El caso de María José Carrasco, la mujer enferma de esclerosis múltiple a quien su marido ayudó a morir ha reabierto el debate en torno al derecho a una muerte digna. Pero lo cierto es que en Castellón, por ejemplo, pocas personas se deciden a plasmar en un documento qué tipo de cuidados médicos desean recibir en caso de quedar incapacitados como consecuencia de su deterioro físico y mental. De hecho, el año pasado apenas lo hicieron 200 castellonenses, que suscribieron el documento de voluntades anticipadas. Según la Conselleria de Sanidad, en 2018 lo cumplimentaron 203 personas, frente a las 312 que lo hicieron a lo largo del 2017. En los últimos cuatro años han sido 902.

El motivo, según explican desde la asociación Derecho a Morir Dignamente de la Comunitat, es que «no se le ha aportado suficiente publicidad al usuario de este servicio». A juicio de este colectivo, debería darse información al usuario, por ejemplo, en los centros de salud, y también a través de los medios de comunicación para que todo el mundo lo conozca», manifiestan. Ahora, en algunos centros de salud y hospitales, han comenzado a colocar carteles, pero hasta el momento no se había hecho y hay mucha gente que no sabe ni que existe.

Este documento se puede formalizar en la dirección territorial de Sanidad, en el Servicio de Información y Atención al Paciente de todos los Hospitales, entre otros puntos de la Comunitat.

EUTANASIA // Esta asociación reivindica que «se legalice la eutanasia» para evitar llegar a extremos como el caso de María José. «Queremos que la gente pueda decidir al final de su vida, cuando ya no hay futuro, si desea seguir viviendo», añadieron, recordando que al igual que sucede con el divorcio no es una ley de obligado cumplimiento, sino que simplemente da el derecho a elegir.

Recuerdan que en la Comunitat existe una ley de muerte digna, pero demandan que se potencien los cuidados paliativos, destinando más fondos para atender a los pacientes al final de su vida, una asignatura pendiente, especialmente en las zonas rurales.

PALIATIVOS // Según la Conselleria de Sanidad, en la provincia el año pasado se atendió a 823 pacientes en hospitalización a domicilio en cuidados paliativos y en el 2017 fueron 853.

Asimismo, en los hospitales se asistió a 925 pacientes. De ellos, 440 en el General, 163 en el Provincial, 160 en la Plana y 136 en la Magdalena. En consultas, se atendieron 6.512, lo que implica un ligero repunte respecto al año anterior, en que hubo 6.171.