La toracocentesis, que también se conoce como punción pleural, es una prueba que se realiza con la finalidad de extraer líquido de la cavidad pleural tanto con fines diagnósticos (toracocentesis diagnóstica) como terapéuticos. La punción se hace atravesando la pared torácica hasta llegar a la cavidad pleural, por lo que se considera una punción transtorácica.

Es una técnica con una alta rentabilidad diagnóstica, aportando información útil en el 90% de los pacientes. Cuando se utiliza con fines terapéuticos, pretende disminuir la dificultad respiratoria ocasionada por un derrame pleural cuantioso.

La toracocentesis puede evitarse cuando el derrame pleural forma parte de la evolución natural de una patología conocida (cirrosis, insuficiencia cardiaca o síndrome nefrótico).