Una célula tormentosa barrió ayer por la tarde el sur de la provincia de Castellón dejando tras de sí rachas fuertes de viento, precipitaciones intensas y pedrisco en algunas zonas del Alto Palancia. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) activó por la mañana la alerta amarilla por lluvias, aunque por la tarde el Centro de Coordinación de Emergencias elevó a naranja el aviso. La estructura subió desde la provincia de Valencia pasando por Viver, Pina y Puebla de Arenoso. Fueron tormentas de corta duración pero intensas. En Pina de Montalgrao, donde según Aemet se registraron 22,4 l/m2, se recogió abundante granizo, de dos a tres centímetros de diámetro, explicaban desde el Bar Pina. «Estuvo lloviendo durante 15 minutos», agregaban. Provocó daños materiales en viviendas (rotura de persianas y vidrios) y coches (cristales rotos y daños de chapa) y caída de árboles, así como muerte de aves.

Teresa fue otra de las localidades afectadas por la tormenta, con abundante agua acompañada de mucho granizo «muy grande», explicaban desde la Tasca la Replaceta. Las piedras cubrieron las calles sobre las 18.30 horas.

Además hubo que circular con precaución en carretera. La autovía A-23, por ejemplo, se vio sorprendida por la meteorología adversa, con piedra en las cuestas del Ragudo entre Viver y Barracas. En Viver, sin embargo, «cayó mucha agua y en algún sitio piedra, pero en el pueblo piedra no», indicaban desde el Bar El Hogar.

La tormenta también llegó a dejar precipitación en otros puntos de la provincia, como Montanejos, aunque en menor cantidad, (3,6 l/m2), Segorbe (3), Jérica (2,8) Alfondeguilla (2,6) hasta las 21.00 horas, según la Aemet y la Confederación Hidrográfica del Júcar. La tormenta dejó también cortinas de agua en el mar y aparato eléctrico en Alcossebre,

Aemet mantiene hoy la alerta amarilla para toda la provincia. Prevé cielo nuboso o cubierto con precipitaciones que pueden ir acompañadas de tormenta e incluso ser localmente fuertes o muy fuertes.