Los toros irrumpen con fuerza en la arena de la precampaña electoral, a menos de cuatro meses de los comicios municipales del 26 de mayo. La moción enviada a los ayuntamientos por parte de la Federació de Penyes de Bous al Carrer de la Comunitat empieza a surtir efecto para retratar a los ediles respecto a esta tradición.

El PSPV cogió la bandera en los consistorios donde gobierna --la mayoría de los importantes-- como Castellón, Vila-real, Almassora o l’Alcora, de espaldas a su socio principal: Compromís. El secretario de Medio Rural de los socialistas de la provincia y alcalde de Cinctorres, Toni Ripollés, aficionado declarado al bou, elevó la propuesta de la entidad taurina a la ejecutiva del partido, que aceptó su iniciativa, para promoverla y presentarla en los plenos.

Dicho y hecho. Ejecutivos locales del PSPV incluyeron la moción en las sesiones ordinarias de enero para testar el respaldo del resto de grupos. En otros, como la Vall, no entró por tiempo, pero tienen previsto hacerlo este mes. Mientras que en localidades como Benicàssim o Benicarló, representantes socialistas, como Miguel Alcalde o Xaro Miralles, desconocían esta directriz.

Por el momento, uno de los casos más sonados se vivió en la capital, donde no salió adelante una declaración institucional por la postura contraria de los socios de gobierno del equipo presidido por Amparo Marco: la formación nacionalista y Castelló en Moviment (Podemos). Y, sorprendentemente, también se sumó Ciudadanos, quienes alegaron que «no hay que promover esta fiesta como administración», dijeron.

INCÓGNITA Cs //

El partido naranja, tras su posicionamiento en Castellón, es una incógnita cara a futuros debates, ya que su voto en contra no obedeció a ninguna razón clara a nivel político. De hecho, en Vila-real se mostraron a favor y su portavoz, Domingo Vicent, aseguró que los toros «necesitan que se les defienda de los últimos ataques populistas», así como acusó a Compromís --que se opuso a la moción-- como «principal problema» para avalar el nuevo reglamento de los festejos.

Por otro lado, hay ayuntamientos que no han tenido ninguna oposición y el documento salió adelante como declaración institucional o por unanimidad, como los casos de l’Alcora, Torreblanca, Sant Mateu o Teresa. En Nules, el grupo Més Nules (Compromís) se abstuvo, tras decisión de la asamblea local, ya que todo apunta a que sus ediles eran partidarios del punto aprobado.

En Almassora, su alcaldesa, Merche Galí, adelantó que llevarán al pleno del próximo 11 de febrero el respaldo a los bous al carrer. «Esta tradición no es patrimonio de ningún grupo político. La fiesta de los toros es del pueblo, de la gente, de los aficionados, y no entiende de intereses que no sean los de la propia celebración», destacó. Desde Compromís, la portavoz y teniente de alcalde, Susanna Nicolau, explicó que decidirán su voto en asamblea, así como que su postura «siempre ha sido la de no prohibir nada, consensuarlo todo y mejorar la seguridad de las personas y el bienestar animal».

Respecto a Burriana, la primera edila, Maria Josep Safont, oficializó ayer en comisión la inclusión de la moción en el orden del día plenario del próximo jueves. «Esperamos que tenga el máximo respaldo, como la que salió adelante sobre el bou en corda de Santa Bárbara», indicó la alcaldesa.

DE LADO //

Caso aparte es el de Segorbe. El consistorio presidido por Rafael Magdalena (PSPV) no trasladará la moción de la federación. «No impulsamos textos de copia y pega, ni defendemos escritos que no son nuestros», alega el munícipe. Por su parte, el PP de la localidad del Alto Palancia anunció que lanzarán una propuesta «a favor de la tauromaquia y la libertad de los aficionados».