Los trabajadores sociales son los profesionales que mejor conocen la red asistencial de atención a personas mayores de la provincia de Castellón y, por tanto, sus necesidades y carencias. Se trata de los profesionales encargados de ofrecer y asignar recursos, con la vista puesta especialmente en las personas dependientes. «El informe de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales refleja el déficit de recursos en la Comunitat --cifra en más de 20.000 las nuevas plazas residenciales necesarias--, pero nosotros somos más partidarios de ampliar la ayuda a domicilio, para potenciar la autonomía personal de los mayores y que permanezcan en sus casas, que de construir grandes residencias», explica el presidente del Colegio Oficial de Trabajo Social de Castellón, Jaume Agost, quien señala que hay personas que optan por ir a un centro porque no tienen otra alternativa que les permita quedarse en sus viviendas. Una situación que se agrava aún más en el interior de la provincia, con un censo muy envejecido.

«desmantelamiento» // En esta misma tesis se pronuncia la vocal del colegio experta en estos asuntos, Ana García, quien lamenta el «desmantelamiento» que sufrieron años atrás los servicios sociales, donde se favoreció la iniciativa privada y la concertación. «Si en la dependencia se priman las prestaciones de residencia o de cuidado en el entorno familiar no se genera un circuito asistencial que resulta fundamental para promocionar la autonomía personal», afirma, al tiempo que remarca que, actualmente, desde la Conselleria se han empezado a articular los cimientos para desarrollar la ayuda a domicilio.

En la provincia, una decena de ayuntamientos han solicitado este servicio. Y es que los trabajadores sociales subrayan que la implantación de este recurso es más rápida que la construcción de un centro residencial que requiere años de tramitación y obras. Además, lamentan que muchas personas opten por ir a una residencia para no estar solas.