El trabajo en negro es un latido interior en el corazón de la economía española. Y en la de Castellón, también. La economía sumergida mueve en la provincia más de 3.000 millones de euros al año y pese a que la mejoría laboral es un hecho, todavía existen decenas de profesionales que trabajan fuera del foco de Hacienda. El Gobierno lo sabe y para atar en corto el problema, en abril del 2012 activó un plan de lucha contra el empleo irregular y el fraude a la Seguridad Social, una iniciativa que se ha ido prolongando y que solo durante el año pasado logró aflorar en Castellón 1.834 empleos en negro. O lo que es lo mismo: una media de cinco al día. También se forzó la conversión en indefinidos de 2.156 ocupados contratados temporalmente a pesar de que su tarea se mantenía en el tiempo.

De la delegación de la Inspección de Trabajo en Castellón salieron durante el último año un total de 7.785 órdenes de servicio, unas 300 menos que el ejercicio anterior. Buena parte de ellas, 1.546, se orientaron al ámbito de la economía irregular y extranjería. Otras 2.890 fueron para rastrear ilegalidades contra la Seguridad Social. Algo más de 1.400 órdenes estuvieron vinculadas a la prevención de riesgos laborales y 1.595 por posibles problemas alrededor del empleo y las relaciones laborales.

De las 15.329 visitas, comprobaciones y expedientes administrativos abiertos el año pasado en la provincia, los inspectores detectaron 1.179 infracciones, casi un 30% más que el año anterior. Las sanciones rondaron los 5,2 millones de euros, a los que hay que sumar los 19,1 millones del importe de los expedientes liquidatorios. O dicho de una manera mucho más clara: la recaudación que se intentó defraudar.

Que Trabajo haya descubierto en el último año más a más 1.800 profesionales de Castellón que trabajaban sin estar dados de alta en la Seguridad social significa el dato más alto desde que hay registros. En 2017, y siempre según la estadística del Ministerio que dirige en funciones Magdalena Valerio, fueron destapados 614 empleos irregulares, por lo que en apenas un año la cifra se ha multiplicado por tres.

falsas jornadas por horas

Dentro de la batalla contra la economía irregular destacan también los 36 extranjeros que estaban ocupados en la provincia sin ningún tipo de permiso. A ellos se suman los 274 empleados a tiempo parcial pero que realmente estaban trabajando en jornadas un 50% más largas de lo que ponía en su contrato. En otros 405 de horario reducido el incremento no superaba ese 50%.

Los sindicatos sitúan a la hostelería en el punto de mira. «Pasa mucho que una persona tiene contrato, pero solo de media jornada, y al final la trabaja entera y cobra parte en negro», denunciaba hace tan solo unas semanas Albert Fernández, responsable de Empleo de CCOO en Castellón.

Pero, sin duda, el dato más llamativo es la cantidad de contratos temporales que se han convertido en fijos tras detectarse un fraude. Y ahí se ha alcanzado un nuevo récord. Nada menos que en la provincia fueron 2.156 las contrataciones fraudulentas, el triple que un año antes. A nivel nacional la cifra superó los 195.000, el 20% de las conversiones de indefinidos a temporales.

Desde la activación del plan de lucha contra el fraude, la revisión del personal eventual ha concentrado mucha de la atención en los resultados. Y los efectos de movilizar a los inspectores son más que evidentes. En 2011, la Inspección ordenó la conversión en fijos de 234 empleados temporales en Castellón. Un año después, cuando empezaron a endurecerse los controles, el número aumentó un 35%, hasta los 316, una cifra que ha seguido aumentado. «Todos estos resultados constatan la apuesta del Ejecutivo por hacer efectivos los compromisos de mejora de empleo", explican desde el Ministerio de Trabajo en funciones, que destaca que los planes de choque contra la contratación fraudulenta seguirán el próximo año.