La Dirección General de Tráfico (DGT) prohibió el uso del teléfono móvil al volante en enero de 2002, pero 17 años después ni los 200 euros de multa ni los tres puntos menos en el carnet parece que han sido suficientes para concienciar a los conductores. Porque el smartphone todavía se usa, y mucho. Se habla, se consulta y se escribe... y todo mientras se conduce. Tráfico quiere poner freno al fenómeno y ya ha anunciado para este año sanciones más contundentes: hasta 500 euros y seis puntos menos en el permiso.

Que la distracción por el uso del móvil al volante es un fenómeno que no cesa es algo que demuestran las últimas cifras que maneja la Jefatura Provincial de Tráfico de Castellón. El jugueteo con la tecnología en plena marcha, ya sea para hablar, enviar un mensaje o consultar un mapa, se saldó el año pasado en la provincia con un millar de multas, un 34% más que en el 2016, cuando fueron 744. O lo que es lo mismo, cada mes la Guardia Civil caza a 83 personas que conducen y usan el móvil a la vez, casi tres al día.

Pese a que en 2018 las sanciones de tráfico bajaron en Castellón (se registraron 81.622, casi 4.000 menos que durante el ejercicio anterior), las penalizaciones por usar el teléfono móvil al volante se han disparado. «Este tipo de denuncias han ido claramente en aumento», explican desde la Jefatura de Castellón, donde insisten en que estos dispositivos ya son la principal causa de distracción. De hecho, desde la DGT explican que su utilización multiplica por cuatro el riesgo de sufrir un accidente y que, a 120 kilómetros por hora, mandar un mensaje por whatsapp implica recorrer sin prestar la atención necesaria en la circulación más de 600 metros, y atender una llamada, más de 250 metros.

EL ‘PECADO’ MÁS COMÚN // El exceso de velocidad sigue siendo el pecado más común entre los conductores sorprendidos por los radares que controlan las carreteras de la provincia. Dos de cada tres sancionados lo fueron por pisar demasiado el acelerador, un porcentaje que el año pasado bajó ligeramente. Tras la velocidad, la segunda causa de multa fue conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas. Más de 1.500 personas dieron positivo en los test de alcohol y drogas, una cifra mayor que la de hace dos años, cuando fueron 1.163. Otras 1.500 fueron sorprendidas circulando sin hacer uso del cinturón de seguridad o los sistemas de retención infantil, 400 más que en 2016.

Los agentes de la Agrupación de la Guardia Civil ya están intensificando la vigilancia de las distracciones al volante. Durante esta Semana Santa, y dentro del operativo especial, la DGT va a utilizar cámaras para vigilar y controlar el manejo del móvil mientras se conduce.