Cuatro sistemas alternativos a los tratamientos tradicionales terrestres y aéreos podrían complementar las medidas que, de forma habitual, llevan a cabo los municipios con el fin de intentar paliar la plaga de los mosquitos. Según expertos consultados por Mediterráneo, los ayuntamientos castellonenses se limitan, en un 95%, a los adulticidas y los larvicidas, «aunque existen métodos alternativos que ya se están experimentando en países europeos aunque no se han aplicado en ningún municipio castellonense». Hasta ahora, las administraciones no han llegado a dar soluciones definitivas a las quejas ciudadanas por esta plaga.

El primero de los cuatro sistemas es el de las trampas para los mosquitos que deberían instalarse de forma masiva para obtener un efecto en los lugares deseados. Hoy en día, estas han evolucionado y «se coloca un producto con polvo en las mismas para que los mosquitos, con sus patas, lo distribuyan por otros lugares y los insectos, al entrar en contacto con este, mueran», explicaron las mismas fuentes.

El segundo es el de los depredadores, con especial referencia a los vencejos, las golondrinas y las salamanquesas --más conocidas como dragones de pared--. A este respecto, la solución serían colocar nidos en lugares adecuados donde estas aves se sientan bien. De esta forma, anidarían allí y se comerían a los mosquitos, prosiguieron las mismas fueentes especializadas.

Por lo que se refiere a la tercera de las propuestas para complementar los tratamientos más habituales, destacan los mosquitos estériles; y por último, los cebos tóxicos azucarados.

Se trata de cuatro nuevas herramientas que contribuirían a mejorar las acciones contra los mosquitos, principalmente en las temporadas de mayor repercusión. Hay que recordar que la falta de coordinación entre las administraciones, y en algunos casos la falta de presupuesto elevado, puede llevar a una falta de efectividad en los tratamientos que se aplican en los diversos municipios castellonenses.