Pese a que aún no se ha puesto en marcha --en principio lo hará el día 29--, la nueva reforma a la que ha dado luz verde el Gobierno central que modifica las velocidades máximas a las que pueden circular los vehículos en carreteras convencionales ha despertado ya los primeros recelos entre los transportistas de Castellón. La saturación de los viales y un descenso de la seguridad son los primeros problemas.

Desde la Asociación Empresarial Castellonense de Transportes de Mercancías por Carretera (ACTM) explican que, entre otras modificaciones, la reforma contempla la unificación de la velocidad máxima para los camiones en 80 km/h, cuando el límite establecido para los vehículos industriales en las carreteras nacionales con arcenes de menos de 1,5 metros de anchura era de 70 km/h. A partir de ahora, el tamaño del arcén ya no importará y el límite será el mismo.

Dicha modificación significa, pues, que los camiones verán incrementada la velocidad máxima a la que pueden circular por más de 140.000 kilómetros de carreteras convencionales en España.

QUEJAS // «Por el momento, y a la espera de las repercusiones prácticas de esta medida, creemos que podría dificultar los desplazamientos», explica Ignacio Riu, secretario general de ACTM.

Y es que el incremento de velocidad de los camiones va en paralelo a la bajada de la velocidad para los turismos, de 100 a 90 Km/h en carreteras convencionales, lo que «contribuirá a saturarlas en mayor grado, especialmente en días de tráfico intenso, e impedirá que los turismos y los camiones circulen a mayor distancia si la vía así lo permite».

Desde la Dirección General de Tráfico no especificaron a Mediterráneo a cuántas carreteras de titularidad estatal de Castellón afectará esta medida. Por su parte el diputado provincial de Carreteras, Juan Bautista Juan, indica que en vías comarcales «ya hay limitación a 90 Km/h, por lo que su aplicación será casi nula».

La Conselleria de Infraestructuras sí que tiene preparado el dispositivo para adaptar sus carreteras a la nueva normativa en lo que a señalización de velocidad se refiere. En concreto, en el norte de la provincia habrá que cambiar cuatro señales en la CV-10

--carretera con un importante flujo de tráfico pesado--, y siete en la CV-13. En la zona centro, las carreteras afectadas son la CV-183, en la que habrá que adaptar cuatro señales, y la CV-17, dos. En la parte sur de la provincia no hay ningún vial afectado.