Los tiempos se han acelerado y la firma del tratado comercial entre la Unión Europea y el Mercado Común del Sur (Mercosur) --formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay-- llegó este fin de semana, adelantándose de este modo a las previsiones iniciales, que marcaban el fin del verano como la fecha más probable. Una mala noticia para el sector citrícola comercial, cuyas reivindicaciones respecto a este acuerdo pueden caer en saco roto ante lo ajustado de los tiempos.

«Tenemos muchísimas dudas de que incorporen nada al cerrarse tan pronto». Lo reconoce el secretario general de la Unió de Llauradors, Carles Peris, después de haber estado la semana pasada en Bruselas presentando las propuestas del sector respecto a este tratado. Y es que los productores castellonenses denuncian que facilitar la entrada de naranja de Brasil y Argentina, principalmente, implica un elevado peligro de introducción de nuevas plagas, ante lo relajado de sus controles fitosanitarios.

Las reuniones entre representantes de la UE y de Mercosur se sucedieron a lo largo de la pasada semana, avanzando tanto que se aprobó el sábado, a falta aún de ser ratificado por los países miembros. La entrada en vigor está prevista para octubre.

Peris llevó a instancias europeas las reivindicaciones del sector que se deberían incorporar a este acuerdo, entre las que están que los cargamentos de fruta deban pasar obligatoriamente por un tratamiento en frío durante su transporte o que se consolide el «principio de reciprocidad» en las relaciones comerciales.

estudio del informe // Este documento refleja que este año las intercepciones de naranjas con enfermedades desde Argentina se han disparado de 5 a 24 en un año, y en Brasil, de 2 a 16, y el nuevo acuerdo fomentaría que se multiplicase el intercambio de la fruta. El hecho de que sean plagas que aún no existen en España implicará --advierten desde la Unió-- «más costes de los agricultores para combatirlas y para la Administración pública en investigación», manifiesta Peris.

Desde el sector advierten que el impacto de este tratado podría ser similar al que tiene el que se firmó con Sudáfrica, que ha implicado pérdidas millonarias para la naranja castellonense.

Estas valoraciones llegan después de que el Gobierno haya aprobado 40 millones en ayudas para el sector agrario que los sindicatos tildan de «ridículas», según recogió este periódico.