El tripartito en el Ayuntamiento de Castelló activará ya el lunes la adhesión del código de buen gobierno a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) en la reunión que tiene prevista mantener con la oposición con el fin de estos partidos puedan manifestar lo que considen oportuno. Rafa Simó, quien negó que esta anexión se haga por temor a que les pueda salpicar la polémica generada en las tascas y que acabe con la imputación de algún concejal, destacó que esta decisión radica en el cumplimiento de uno de los fines del Acord de Fadrell. Recordó, a este respecto, que «el documento hace referencia a imputaciones por corrupción política».

«Parece que el código de buen gobierno se utilice más como un arma política que como una herramienta para velar por el buen nombre de la ciudad», explicó Simó en su intervención ante los medios de comunicación.

¿QUÉ DICE EL PP? / Por su parte, la portavoz del grupo municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castelló, Begoña Carrasco, aseguró no entender «la urgencia de reformar el código de buen gobierno porque de 247 puntos del Acord de Fadrell, a la alcaldesa Amparo Marco solo le preocupan dos, el de la subida de los sueldos y este». Reiteró las dos condiciones ineludibles para abrirse a debatir la cuestión: que sea sin urgencias y por unanimidad, tras conocer la convocatoria de la reunión del lunes 25.