De repente, llegó el 20 de agosto y el cielo se rompió. El fuerte aguacero que cayó ayer en el norte de la provincia obligó a practicar rescates, causó inundaciones, dificultó el tráfico, dañó infraestructuras y playas, además de provocar un pequeño accidente.

Santa Magdalena de Pulpis, Benicarló, Peñíscola y Càlig fueron las localidades del Baix Maestrat donde más llovió. En la primera se recogieron 107 l/m2 entre la noche y primera hora de la mañana, según el Ayuntamiento. En Peñíscola, cerca de 60. Ya por la tarde, las precipitaciones afectaron al interior sur. Por ejemplo, en El Toro, superaron los 50 litros (48,6 de ellos en 40 minutos).

A primera hora, la zona cero de la tromba se ubicó entre Benicarló y Peñíscola. La mayoría de las comunicaciones en la zona limítrofe se vieron interrumpidas por la acción del agua durante parte de la mañana, salvo la N-340.

Barrancos y ramblas a tope

El agua bajaba con fuerza por barrancos y ramblas, como la de Cervera, a su paso por Benicarló. La Policía Local la cortó por la zona del cementerio, así como en la desembocadura de la Mar Xica, donde el litoral sufrió erosión, también lo hizo en los accesos al Barranquet, el Camino de Moliners y Sant Gregori.

Cinco vehículos con seis personas se quedaron atrapados en zonas inundables y tuvieron que ser rescatados, todas ellas estaban en buen estado.

En Peñíscola, uno de los puntos más afectados fue el carril que comunica la plaza de Illueca con Mestre Bayarri, cerca del Palau de Congressos, donde saltaron tapas de alcantarillas y un coche se quedó atrapado, tras inundarse en pocos minutos.

Accidente en la costa

También hubo incidencias en el vial Peñíscola-Benicarló por la costa, con un vehículo accidentado en el bordillo que separa la calzada del carril bici. Ramas y piedras tomaron diferentes tramos del vial, que llegó a estar cortado durante la mañana. En la zona de Peñismar, además, el agua se acumuló en algunas calles y plantas bajas. En un bloque, los residentes colaboraron en el achique.

Efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos actuaron también en el mar, cuando los ocupantes de un pequeño bote alertaron de su dificultad para poder volver a puerto. Otra barca los socorrió sin consecuencias. El alcalde, Andrés Martínez, explicó que hubo que «abrir una vía de evacuación en la playa Sur para desalojar el agua que se acumulaba en las acequias de la Marjal».

En total, el Consorcio Provincial realizó nueve servicios en la zona del litoral norte.

En Santa Magdalena de Pulpis, el alcalde, Sergio Bou, señaló que la mayor parte de los caminos del término estaban afectados por la cantidad de lluvia caída en pocas horas. «Hay muchos socavones y desprendimientos de tierra y piedra», explicó el primer edil.

En Vinaròs, la playa del Clot sufrió erosiones, además, se acumuló líquido en puntos como los caminos Parreta y Fondo.

Bajan los termómetros

También bajaron los termómetros. Atzeneta, por ejemplo, pasó de 35,5 el lunes a 23,6 ayer, y en Castelló bajó 5SDgr en 24 horas. El viento llegó a los 45 km/h en puntos de Vinaròs o Torreblanca.

La tormenta dejó solo ayer más agua que en los tres meses anteriores. Por ejemplo, en Vinaròs, entre junio y julio se recogieron 21,6 l/m2; en el Aeropuerto, entre mayo y julio, 30 l/m2, y en Castelló, este trimestre, 21,8 litros.

La presidenta en funciones de la Diputación, Patricia Puerta, contactó con los alcaldes de las localidades más afectadas y puso a disposición de los consistorios los medios del Consorcio para ayudar a reparar los daños. Los primeros ediles harán llegar una valoración en breve, pero a partir de hoy ya van a enviar a un equipo para ver los desperfectos.