Llueve sobre mojado en la polémica obra del Conservatorio Superior de Música de Castellón (CSMCS) de la plaza Fadrell. Tras la tromba de agua que cayó la pasada semana sobre Castellón, el centro, que está sin techado, quedó totalmente inundado, lo que «supondrá un nuevo retraso en las obras, más allá del horizonte de previsto para noviembre», según destacan fuentes del CSMCS.

Los 450 alumnos que estudian en el centro superior no han podido empezar las clases en tiempo y hora al estar el edificio en obra, lo mismo que el Conservatorio Profesional y la Escola d’Arts, que se han reubicado. Los alumnos, en pie de guerra ante la misma matrícula por un curso más corto y por las carencias en infraestructuras, denuncian que «había un palmo de agua en las aulas, con los instrumentos, como los delicados pianos, expuestos a la humedad máxima», explica Pascual Gassó, su portavoz. «No hay derecho, deberían haberlo sacado todo por las obras», subraya. «Hay una falta de previsión absoluta, y mientras, a pagarlo el alumnado, que estamos sin clase, sin aulas y sin centro», especifica Gassó.