Fue el primer sector en sufrir las consecuencias directas de la crisis del coronavirus. Primero, con las cancelaciones de viajes a Asia e Italia. Y ya en casa, con la anulación de los viajes del Imserso. La hostelería y el turismo están cerrados desde hace tres semanas, y por el momento pocos se atreven a hacer predicciones exactas sobre el futuro de sus negocios cuando la gente pueda volver a salir a la calle. La campaña de Semana Santa está perdida, y lo que tienen claro es que el primer verano tras la alerta sanitaria discurrirá a medio gas.

Carlos Escorihuela es el presidente de la principal patronal de la provincia, Ashotur, y señala su esperanza de que la reapertura de los negocios «llegue en junio». Aunque se muestra moderadamente optimista y recuerda la capacidad de estos negocios para seguir adelante a pesar de las dificultades, «este verano se moverá lento, porque quienes salgan de vacaciones lo van a hacer en unos periodos más cortos». Hasta que llegue ese punto, valora los daños económicos para estas empresas «en más de 200 millones de euros en la provincia», al quedar las cuentas a cero en Pascua.

Para el futuro, Castellón «deberá pelear mucho en la promoción, porque habrá destinos que se nutren habitualmente de extranjeros, como Canarias, la Costa del Sol o buena parte de Benidorm, que ahora tratarán de atraer al visitante nacional». Escorihuela añade que los turistas españoles «tienen un alto grado de fidelidad», pero aún así, «habrá que buscar fórmulas imaginativas» para salir adelante.

MEDIDAS / Otro factor en el que incide es el impacto de las diferentes medidas que la Administración ha puesto en marcha para hacer frente a la pandemia. Una de las últimas es el permiso retribuido a los empleados de los sectores no esenciales, para detener la producción durante dos semanas. Las jornadas que se queden en casa deberán recuperarse hasta finales de año, por lo que, indica, «restará capacidad para que la gente salga, así que estaría bien que esa redistribución fuera para un año entero y que no afectara tanto a las vacaciones».

Las previsiones las realiza en el caso de que esta situación «dure un máximo de dos meses, porque de lo contrario habrá empresarios que tendrán problemas para aguantar y se quedarán en el camino», dijo Escorihuela.

La mayor parte de los nuevos parados de marzo y de asalariados incluidos en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) corresponden al sector servicios. La avalancha de solicitudes preocupa a los empresarios por la lentitud en tramitarlos.

SIN RESPUESTAS / El dirigente de esta patronal lamentó que el Gobierno «tome resoluciones cada 15 minutos, y que ninguna de ellas dé respuestas efectivas a nuestros problemas». Desde la organización autonómica Hosbec lamentaron: «Ni una sola de las medidas tomadas por el Consejo de Ministros beneficia a las empresas más allá de un ERTE por fuerza mayor con condiciones más que discutibles», por lo que «los empresarios hoteleros y turísticos están muy preocupados por la gestión de esta crisis» desde la vertiente económica.

Para la patronal turística, la salud en estos momentos constituye «la prioridad número uno y cumpliremos escrupulosamente todas las medidas que se tomen», pero añaden que el Ejecutivo central «se equivoca al hacer recaer todo el coste de la crisis en las espaldas» del tejido productivo, del que el turismo supone un 14% del PIB total.