Castellón cerró el tercer trimestre, que coincide con los meses de temporada alta turística, con un repunte de visitantes y pernoctaciones que le permiten situarse, con 487.080 viajeros, en el nivel más alto de los últimos años. Así se desprende del último barómetro del sector hecho público ayer por la patronal turística Hosbec. Este buen balance se produce a pesar de que septiembre no fue todo lo positivo que los hoteleros esperaban debido a las lluvias y al pinchazo de la capital de la Plana.

El incremento de turistas con respecto al mismo mes del año anterior es del 4,6%, con lo que la provincia recupera la senda del crecimiento tras un ejercicio de leve descenso que sucedió a las campañas históricas de 2016 y 2017. Respecto a esos mejores años, Castellón aún se sitúa por debajo en número de pernoctaciones, pero este año sí ha logrado superar por poco los 485.727 visitantes de hace tres veranos.

El sector turístico cimentó sus buenos resultados en el que según los datos de Hosbec (extraídos del Instituto Nacional de Estadística) es el mejor agosto de la historia en recepción de visitantes, con casi 190.000. En cambio, la llegada de turistas cayó en septiembre con respecto al mismo mes del año anterior debido al temporal que afectó a Castellón a mediados de este periodo, que afectó de forma especial a las reservas de última hora y motivó que la ocupación se quedara en el 72%, cuando la previsión pasaba por superar el 80%.

La demanda cae en Castelló

El balance también tiene otro punto negativo. Se trata del comportamiento del sector hotelero de la capital de la Plana, donde el número de pernoctaciones descendió un 2,7% con respecto al mismo periodo del 2018. Se trata de la única plaza turística de la Comunitat que registra una caída en la actividad, según Hosbec. A estas cifras contribuyó, entre otros factores, que los hoteles de Castellón recibieran menos reservas en julio, un mes marcado por el sol y playa pero también por eventos como el FIB.

En buena medida debido a este estancamiento de la demanda, los establecimientos de Castelló se han visto obligados a acometer una rebaja de las tarifas medias que en un año han pasado de los 62,3 a los 57,5 euros. De acuerdo con el barómetro de Hosbec también han bajado los precios en Peñíscola, en este caso de forma leve. En cambio, en el conjunto de la provincia los hoteles han sido capaces, en un contexto de desaceleración, de subir unas tarifas que ya superan, de media, los 100 euros por noche. H