Temporada turística alta y la reciente rebaja fiscal sobre los premios de lotería se traducen este verano en un incremento notable de las ventas en la provincia. La compra de boletos para la Lotería de Navidad en las administraciones de la costa castellonense se ha incrementado en un 20% respecto al mismo al mismo periodo del año anterior. Así lo confirman a este periódico loteros de localidades tan turísticas como Orpesa, Peñíscola o Vinaròs.

Más venta general y mayor gasto individual son la tónica de un verano marcado por la recuperación en las administraciones de Castellón. El turista nacional anima el sector, adquiriendo décimos durante sus vacaciones y no solo para sí mismos, sino también por encargos de su entorno.

«La actividad está muy animada. Tenemos muchos clientes de Madrid, Zaragoza y el País Vasco que se llevan hasta 10 o 15 boletos de Navidad», explica Édgar Pérez, de la administración nº1 de Orpesa, incidiendo en que los décimos son «un regalo recurrente». Mismas sensaciones en Peñíscola, donde la lotería se marcha también hasta Cataluña o Navarra. «La venta ha mejorada mucho en un año. La normativa sobre declaración de premios ha ayudado bastante. Antes, Hacienda se llevaba ya una parte en las gratificaciones de más de 2.500 euros y ahora ese techo se ha elevado hasta los 10.000. No podemos obviar que el cambio legislativo ha influido en la mejoría», señala Juan García, propietario del despacho de la calle Virgen de Ermitana. Desde su administración destacan ventas de hasta 30 décimos para un mismo grupo de turistas españoles.

En la capital del Baix Maestrat el ritmo de negocio es el mismo, entre un 15 y un 20% superior al del 2017, según Carles Mas. «El año pasado vendimos un cuarto premio, dimos 32 millones de euros y todo esto también influye. El verano es un momento perfecto para que vendamos por la afluencia turística», señala el gerente vinarocense.