Castellón ha cerrado un óptimo puente del Pilar en lo que a llegada de visitantes se refiere, especialmente en el interior, cumpliendo de esta manera las previsiones del Patronato de Turismo, aunque también en el litoral, donde ha funcionado como cierre de la temporada 2018.

Así lo manifiesta el presidente de la patronal provincial, Ashotur, Carlos Escorihuela. «Esto se produce porque es muy buena época para el turismo de interior en Castellón. Es casi un comienzo de temporada», razona. Ya en las previsiones de ocupación elaboradas desde Diputación hace dos semanas, se estimaba que los establecimientos alojativos situados principalmente en los pueblos se iban a llenar al 85%.

Y si bien los niveles de ocupación «todavía no los podemos saber con exactitud», según Escorihuela, el presidente de la Asociación de Turismo Rural, Joaquín Deusdad, habla de «un 100%» de habitaciones cubiertas en la comarca de Els Ports, la más importante en la provincia en este sentido. «Ha sido un puente muy bueno, mejor que el del año pasado», incide Deusdad.

SATISFACCIÓN

También hay satisfacción por las cifras alcanzadas en el litoral, aunque las expectativas de ocupación del Patronato eran más bajas. «Hay algunos establecimientos alojativos que ya estaban cerrados después del verano, pero los que todavía estaban abiertos han registrado buenos comportamientos. Un puente como este ayuda a consolidar el final de temporada en la costa de la provincia», señala el presidente de Ashotur.

La previsión de ocupación durante estos días en los municipios turísticos del litoral era de un 70% de media. En Peñíscola, sin embargo, se rozó el 100% en hoteles durante el pasado sábado, según manifiestan fuentes de la Agrupación de Empresarios Turísticos (Agretur). El resto de días la ocupación media fue del 92%. Informa: Bartomeu Roig.

La localidad del Papa Luna también registró una importante presencia de turistas en el puente del 9 d’Octubre. En Orpesa, el alcalde, Rafael Albert, también indicó que el puente sería «bueno» viendo las reservas de habitaciones que ya había, mientras en Benicàssim se esperaba una ocupación media del 70%.