La planta de la multinacional japonesa UBE Industries en Castellón, uno de los puntales en la estrategia mundial de la compañía líder en el sector químico y de plásticos, facturó un total de 345 millones de euros en su ejercicio fiscal del 2015, cerrado el pasado 31 de marzo. La empresa alcanzó unos beneficios de 4,5 millones, después de impuestos y realizó inversiones en la planta del Grao de Castellón por valor de 19 millones de euros, siendo 276 los acumulados desde el año 1994.

Excelentes resultados que presentó ayer la compañía, tras haber cerrado el 2014 con unas pérdidas de ocho millones de euros.

Además, la compañía ha crecido un 20% en empleo directo y son ya 475 las personas que trabajaban para UBE, 422 de ellas en España. Las contrataciones se han realizado para I+D, ingeniería, salud, seguridad, protección ambiental y producción.

En el 2015, las exportaciones representaron el 74% de las ventas de la compañía. Si bien el negocio del área de caprolactama sufrió una ligera contracción, debido a la caída internacional de la demanda de esta materia prima, empleada en la fabricación de nylon; los ingresos por poliamidas, química fina, fertilizantes y el resto de productos de su cartera tuvieron una evolución positiva, similar a la de años anteriores y reforzada por las nuevas instalaciones de producción de nylon, en marcha a inicios del 2015.

Las infraestructuras del Grao son, en la actualidad, el principal centro neurálgico de la multinacional en América y Europa, y donde se concreta la actividad productiva, de coordinación estratégica, técnica, comercial, logística, y financiera. Para la empresa, la inversión en actividades de investigación es un pilar fundamental desde su fundación en Japón en 1897, hace casi 120 años.

La vuelta a la senda de beneficios se ha basado, por una parte, en la puesta en marcha de varios proyectos de mejora tecnológica de la planta de producción, que han permitido la reducción del consumo energético y el aumento del rendimiento operativo de las instalaciones. Adicionalmente, también han contribuido al resultado los menores costes generales de la energía y la estabilidad en los precios internacionales de las materias primas.

El modelo de desarrollo de la empresa se basa en un crecimiento sostenible, apoyado en la creación de empleo estable y la inversión en tecnología y medidas de protección. En los últimos cinco años la inversión en seguridad y protección ambiental superó los 12 millones, y el acumulado, los 51 desde 1994. H