Presupuesto reivindicativo ante la infrafinanciación que padece la Universitat Jaume I. El vicerrector de Planificación, Modesto Fabra, dio ayer cuenta en el claustro de las líneas presupuestarias para 2020, en el que se prevé incorporar una línea de 1,9 millones de euros para poder cuadrar ingresos y gastos, que ascenderían a 100 millones, lo que suponen 4,8 más que en el 2019.

Según informa la UJI, este año su elaboración ha sido especialmente compleja por la prórroga presupuestaria y la convocatoria de elecciones a nivel estatal y el retraso de la Generalitat en elaborar los suyos. Las cuentas autonómicas contemplan 73 millones para la UJI y no incluyen la deuda histórica (7,1 millones), aunque la consellera Carolina Pascual se comprometió que se percibiría antes de final del año. Además, faltan partidas, como por ejemplo, la resultante de asumir la Jaume I la escuela de enfermería Sagrado Corazón, que supuso elevar de 60 a 120 alumnos. Los costes de personal resultantes de aplicar las mejoras previstas en las normativas estatal y autonómica tampoco aparecen reflejados convenientemente. En lo relativo al aumento de costos vegetativos se contempla que hay 1,8 millones menos este curso para la Universitat. Existe el compromiso de la Conselleria de resolver algunas de estas diferencias. De ahí la idea de incorporar esos 1,9 millones al proyecto.

El vicerrector, Modesto Fabra, recordó al claustro la situación de infrafinanciación que sufre la Jaume I como consecuencia de la ausencia de criterios de reparto y la aplicación de proporciones obsoletas. Un modelo que aplica criterios del 2010 para la distribución de recursos y no considera los costes para la implantación de nuevos estudios, aunque en 2017-18 aumentó la financiación. El dato positivo es el anuncio del Consell de que se va a abordar con urgencia un nuevo plan plurianual.

Por otro lado, va a ser necesario alterar el calendario de ejecución del edificio de Ciencias de la Salud. Aunque la Generalitat incorpora una dotación de 3 millones para la consolidación de la infraestructura, es la mitad prevista en la programación inicial de la ejecución de la obra.

Los gastos de personal aumentan en 4,5 millones de euros respecto al año pasado, hasta 74,9 millones, lo que implica que tres de cada cuatro euros van a este epígrafe. Las inversiones reales sufren un recorte de 100.531,28 euros, ascendiendo a 2,4 millones y los gastos financieros bajan en 9.924 euros.