Investigadores de la Universitat Jaume I demostraron la viabilidad de obtener pigmentos cerámicos a partir de fangos residuales de industrias de tratamientos superficiales (cromado y niquelado, entre otros), eliminando su depósito en vertederos controlados y permitiendo el ahorro en materias primas y energía. Este proceso podría aplicarse en empresas de fabricación de pigmentos inorgánicos, firmas que incluyan tratamientos superficiales electroquímicos y gestores de residuos tóxicos y peligrosos.H