El código ético no puede ser solo una pantalla publicitaria que se queda en un cajón, sino ser un instrumento que se grabe en nuestras mentes y sea útil a la Universitat Jaume I y a toda su comunidad». Para lograr este objetivo dibujado por el presidente del Consell Social de la UJI, José Luis Breva, la universidad rendirá cuentas anualmente al claustro sobre el cumplimiento de los preceptos del documento, que se presentó ayer en el Menador.

También se incluye la creación de una comisión ética en la que participarán todos los agentes implicados y que también realizará labores de seguimiento del cumplimiento del código.

Además, se habilita la línea ética, un canal de comunicación confidencial para la puesta en conocimiento de la UJI de propuestas o denuncias de incumplimientos.

Por estos aspectos, el rector de la UJI, Vicent Climent, se refirió ayer al «carácter innovador» del código ético. Con él, dijo Climent, la universidad busca convertirse en una entidad de referencia «de una forma responsable con su entorno, con la sociedad y con los valores que le son propios, el liderazgo, el respeto, la inclusión, el humanismo, la innovación y la responsabilidad», como expuso Climent, quien destacó el «carácter innovador» del código ético.

Climent afirmó que es «un conjunto de comportamientos que se han de extender en todo el mundo universitario y que deben permitir convivir, siendo respetuosos con el resto de actores implicados y con la institución».

CASI 500 PARTICIPANTES // El comisionado para la Ética y la Responsabilidad Social Universitaria de la UJI y catedrático de Ética, Domingo García Marzá, el principal responsable de este texto, destacó que ha sido elaborado garantizando la participación. Se realizaron cinco grupos de discusión que implicaron a 84 personas. Otras 384 completaron un cuestionario abierto. También se hicieron 14 entrevistas en profundidad y varias asambleas abiertas con el estudiantado.

El rector puso mucha relevancia en la cuestión del liderazgo al afirmar que la institución que dirige debe ser un motor de la innovación y el progreso para las comarcas castellonenses, y contribuir desde la creación y la difusión del conocimiento a superar los retos de las sociedades complejas actuales. Hizo especial hincapié en la necesidad de que la universidad siga utilizando la lengua propia en su día a día.

ACCESIBILIDAD // Ciment aseguró que «el código no tiene como objetivo ser un conjunto de normas punitivas, sino que viene a mejorar la cotidianidad de muchos colectivos». Un ejemplo es el de la discapacidad, pues la UJI se marca como reto garantizar el acceso físico a todas sus instalaciones, eliminando los obstáculos.