Un presupuesto bajo mínimos. El primer claustro del curso de la Universitat Jaume I (UJI) dio ayer luz verde a las 96 medidas de la acciones de la línea de gobierno del último año de mandato del rector, Vicent Climent, y a unas «restrictivas» líneas presupuestarias para el 2018 que prevén unas cuentas que suman 89,6 millones, eso sí, un 2% más que el pasado año, cuando fueron de 87,8 millones. Crecen, aunque poco, las cifras, pero también aumenta el apartado de gastos genéricos, por la implantación de Salud, los pluses de la plantilla y el logro de la nueva carrera profesional del personal de administración y servicios, entre otros.
Estas cifras, que marcan solo la parte genérica del presupuesto total de la UJI, que ascenderá a 98 millones al sumar el dinero para proyectos finalistas, dejan un panorama «de alta inseguridad», según el gerente del campus, Andrés Marzal. Y es que esta situación llega en un año en el que la bajada de tasas del 15% condicionará, y mucho, las cuentas, después de que la Generalitat es posible que no compense al 100% esta caída de ingresos pese a haberlo prometido, y avanzar que pagará en dos veces: en el 2018 abonará el 2017, y en el 2019 los del 2018.
Lo denunció el rector, Vicent Climent, a Mediterráneo, y ayer, con las cifras en la mano, el gerente lo ratificó. «La UJI estima unos ingresos por tasas de 20 millones, pero este 15% menos supone 2,5 millones, de los que solo se compensan 1,2». Este tetris supone que la UJI debe restar la diferencia de otras partidas.
LA GENERALITAT SE ESTANCA //
La subvención ordinaria de la Generalitat a la UJI ha caído desde los 74,6 millones del 2010 a los 61,75 de este 2017, y se prevé igual para el 2018. Es por ello que el rector reclamó ayer «la urgencia de renegociar el plan plurianual de financiación con la Generalitat».
La subvención ordinaria del Consell se ha estancando en los últimos años tras iniciar una caída libre en el 2010. «Sufrimos la falta de un marco financiero estable por parte de la Generalitat y por el retraso en la aprobación de los presupuestos del Estado, que nos afectan directamente», explicó Marzal. «Es difícil confeccionar así un presupuesto. Estamos ya en los huesos», explicó.
EL ‘VALENCIÀ’, A DEBATE //
En el claustro, el rector anunció que ha solicitado a los servicios jurídicos de la UJI un informe para ver quién tiene la potestad para implantar la obligatoriedad del valencià para graduarse, si el consejo de gobierno o el consejo social, que vetó la medida en el nuevo plan de Enfermería.