Empresas vinculadas al sector agroalimentario, las farmacias, las estaciones de servicio, las industrias de la carne, la madera, los centros de formación... se resisten a entrar en la nueva patronal autonómica como lo han hecho ya las grandes asociaciones empresariales de la provincia. Las dudas vienen motivadas, por lo general, por la que creen escasa representatividad que tendrían a cambio de su integración, ya que no tienen la certeza de mantener el peso del que venían disfrutando en la estructura de la CEC castellonense, hoy inmersa en un proceso de preliquidación.

Los cítricos, críticos

Entre los grupos empresariales castellonenses que aún no están en la CEV autonómica está la Asociación Profesional de Exportadores de Fruta -Asociex- que desde hace meses ha venido sopesando dar el paso, no sin ciertas dosis de críticas y dudas por su papel en el nuevo organigrama institucional. Desde la nueva patronal autonómica se ha confirmado que hay pendiente una reunión, que se producirá en breve para buscar una aproximación que permita finalmente la integración de este importante sector del tejido económico castellonense.

Otros sectores en ciernes

Pese al éxito en la captación de nuevos miembros por parte del presidente de la CEV, Salvador Navarro, aún queda un total de 18 asociaciones empresariales de pequeño y mediano tamaño que continúan pendientes de su posible incorporación a la patronal autonómica. Entre ellas la de los centros de enseñanza de Castellón (Asecef), los empresarios del transporte de viajeros en autobús, los farmacéuticos con oficina, las industrias de la carne, Jóvenes Empresarios, los supermercados agrupados en Asucova, la Asociación del Terciario Avanzado, las empresas de distribución, el sector de la madera, las estaciones de servicio, los instaladores eléctricos, las máquinas recreativas, el pequeño comercio local o la Unión Provincial de Empresarios Metalúrgicos, entre otros.

El reparto territorial

Los planes de la CEV pasan por contar con una ejecutiva de hasta 25 miembros, que serán representativos de los sectores y territorios integrados en la directiva.

La idea que viene trasladando su presidente es que el lugar de las reuniones se reparta indistintamente en cualquiera de las tres provincias. La junta directiva contará con cinco miembros pertenecientes a la territorial de Castellón, doce de Valencia y ocho de Alicante. Esto significa que las empresas de Castellón contarán con una representación del 20%, mientras que la provincia de Valencia tendrá el 48%. Así, Castellón y Alicante, con el 52% tendrán siempre mayoría suficiente frente a los delegados valencianos, según el ofrecimiento que el propio Salvador Navarro hizo a la CEC, que vio con buenos ojos esta propuesta formulada por el presidente de la patronal autonómica durante la última reunión celebrada en Castellón.