Ataviados con mascarillas y un traje blanco de protección, como si de ángeles de la guarda se tratara. Así desembarcaron ayer un total de 34 efectivos del III Batallón de la Unidad Militar de Emergencias en la capital de la Plana para velar por la salud y la seguridad de los castellonenses y desinfectar, con lejía, los lugares más concurridos de la ciudad contra el coronavirus. Desde las 9.30 y hasta las 19.30 horas, los militares realizaron su tarea en los principales focos de paso de personas, como la estación de autobús y tren, la Subdelegación del Gobierno, el Mercado Central, grandes superficies comerciales, el ayuntamiento y la plaza Mayor, la comisaría o la oficina de Extranjería. Se trata de un operativo militar con el objetivo de que los vecinos puedan transitar de forma tranquila, siempre cumpliendo la norma establecida por el Gobierno. Y si algo se demostró también ayer es que los castellonenses están comprometidos con esta lucha, cumpliendo las distancias de seguridad, y que son agradecidos. Muchos fueron los que se acercaron para dar las gracias por su labor y compromiso a los militares de la UME, que posiblemente vuelvan hoy a Castelló, aunque ayer no lo pudieron confirmar. Un sentimiento que les demostraron los castellonenses durante todo el día, en el que su principal objetivo era velar para que el coronavirus deje de ser pronto una pesadilla para todos los vecinos. Una jornada que transcurrió con total normalidad y, gracias a la cual, la capital ha quedado, de momento, más desinfectada.