Las organizaciones agrarias de Castellón, que estuvieron presentes en la reunión de ayer en València, lamentan que el ministro de Agricultura, Luis Planas, no aprovechara este encuentro para anunciar la puesta en marcha de medidas adicionales en defensa del «eslabón más débil de la cadena citrícola, el agricultor».

Así lo manifiesta el secretario general de la Unió de Llauradors, Carles Peris, quien asegura que el encuentro deja «más sombras que luces» y lamenta la falta de «ayudas directas» a los productores, en especial a aquellos que no han vendido su cosecha. Esta organización cifra en un 40% la producción que se quedará en el árbol o será retirada por los agricultores para evitar que la próxima campaña se vea afectada.

El presidente de Fepac Asaja, José Vicente Guinot, también critica que el Gobierno se limite a llevar a cabo medidas habituales --como la retirada de 50.000 toneladas para hacer zumo en toda España-- y no anuncie una partida para «salvar la campaña» de los muchos productores de Castellón perjudicados por la lluvia o la llegada de fruta de terceros países. «Para que el agricultor pueda afrontar con garantías la próxima temporada o acometer una reconversión varietal necesita una capitalización que con la naranja sin vender no tiene», asegura.