La vida del autónomo es dura y su jubilación, también. Tras toda una vida de trabajo, sin apenas vacaciones y casi sin derecho a enfermar, cuando le llega la hora del retiro lo hace con una pensión muy baja. Y a no ser que el patrimonio personal le permita vivir con cierta holgura, un autónomo jubilado en Castellón está condenado a comer y pagar las facturas con una pensión media de 751,69 euros al mes. Hagan números. Con 14 pagas, la renta anual se queda en unos 10.500 euros, 2.100 euros menos que el salario mínimo interprofesional establecido este año en España.

La pensión media de los 19.572 jubilados autónomos de Castellón es de 751 euros, pero no todos tienen la suerte de cobran esa cantidad. Entre los profesionales por cuenta propia ocurre lo mismo que entre los asalariados y a la hora de cobrar la pensión también hay diferencias. Tantas, que en la provincia hay 3.944 jubilados cuya pensión ni siquiera llega a los 600 euros al mes, según los últimos datos que maneja el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. O dicho de otra manera, uno de cada cinco pensionistas autónomos pasa con 8.400 euros al año.

A Eduardo Abad, presidente de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (Upta), estas cifras no le sorprenden en nada. «Esta es, sin duda, una de las grandes preocupaciones que padecen los trabajadores por cuenta propia y que de manera definitiva hay que poner remedio. Es una cuestión de estado que incrementen las pensiones de nuestro colectivo, que son totalmente indignas. Después de trabajar toda una vida no podemos llegar a percibir una jubilación con la que uno solo puede malvivir», argumenta Abad.

350 EUROS DE DIFERENCIA // Pese a que la pensión media de los jubilados autónomos de Castellón ha aumentado un 32% en los últimos diez años (en julio del 2009 era de 568,43 euros), la paga sigue siendo mucho más baja que la que reciben los algo más de 57.032 jubilados del régimen general, que es de 1.103 euros mensuales, es decir, un asalariado cobra más de 350 euros al mes que un jubilado autónomo. «Todos, autónomos y Administración, tenemos que hacer un esfuerzo para poder contraer esta situación», dice el presidente de Upta.

Si la pensión de la mayoría de los autónomos jubilados es baja o muy baja (los que perciben más de 1.500 euros al mes apenas representan el 2,5% del total), la situación de las mujeres todavía es mucho peor. Las paga media de las 8.952 féminas de Castellón asciende a 627 euros mensuales, 228 menos que las de sus colegas varones, que se cifra en 855.

Los profesionales por cuenta propia cobran una pensión mucho más baja que aquellos que trabajan como asalariados y la clave está en la base de cotización. Más del 85% de los autónomos de la provincia cotiza lo mínimo que exige la ley, 283 euros al mes, y apenas el 13% tiene una base superior, lo que en un futuro les dará derecho a una pensión más alta. Y si el autónomo no cotiza más es, fundamentalmente, porque no puede. Esta misma semana, los Técnicos de Hacienda (Gestha) hacían público un informe en el se explicaba que el 47,9% de los autónomos valencianos declaran ganar menos de 12.000 euros anuales y, en consecuencia, no tributan.

Para que la pensión del autónomo se iguale a la del resto de trabajadores, Upta propone que se pongan en marcha una serie de incentivos fiscales que permitan aumentar las bases de cotización. «La idea es que estas puedan regularizarse el último mes del año para que las ganancias que se hayan obtenido se destinen a mejorar las prestaciones del futuro», explica Abad, quien advierte de que en los próximos 20 años se jubilarán en España 510.000 autónomos y de no haber cambios, la perspectiva es «alarmante».