El colegio Blasco Ibáñez de Castellón ha sido foco de reiterados actos vandálicos, el último a mediados de julio, cuando los ladrones accedieron por una claraboya que rompieron, se llevaron una televisión y causaron daños en los murales cerámicos. Una de las soluciones que se barajan para evitar que el centro esté tan expuesto a este tipo de hechos es la urbanización de la calle Carcagente y la dinamización del solar en desuso adyacente a la escuela. Una propuesta que puso sobre la mesa Castelló en Moviment en el último pleno y que recibió el apoyo del resto de la oposición -PP y Ciudadanos- forzando así al bipartito (PSPV y Compromís) a su ejecución en virtud del cumplimiento de los acuerdos plenarios. Según explicó el concejal de Educación, Enric Porcar, el proyecto, que incluye la obra y expropiaciones, «está valorado en 750.000 euros». Una cantidad que, hoy por hoy, «es imposible de llevar a cabo» y así se lo advirtió Porcar al resto de la corporación, aunque ahora se verán obligados a sacarlo adelante de la forma que puedan.

El edil, pese a avisar que la inversión era muy elevada y difícilmente asumible, sí que reconoció «la importancia de llevarla a cabo», emplazando a los ediles a aplazarla para el próximo año.

Medidas de urgencia

El vandalismo en la escuela Blasco Ibáñez es un problema que se arrastra desde hace años y por ello, tras los últimos episodios, se han tomado medidas de urgencia, que pasan por la revisión de los sistemas de alarmas y el cambio de la reja, además de la instalación de cámaras de videovigilancia y habrá una persona que ejercerá las funciones de celador durante todo el verano. En la misma línea, se estudia la posibilidad de incluir el colegio en el proyecto de Patis Oberts cara al próximo curso. Con ello, se intentarán frenar los accesos sin autorización al patio, ya que estará abierto los viernes y los sábados por la mañana, como en el resto de centros que forman parte de esta iniciativa puesta en marcha el curso pasado y que se ampliará a partir de octubre.

Estas medidas se han coordinado con la comunidad educativa del Blasco Ibáñez, tras una reunión mantenida con los ediles de Educación y el de Seguridad, Antonio Lorenzo, tras los últimos actos vandálicos en el centro.

El antiguo asilo

Dos son los proyectos que, hoy por hoy, tiene el bipartito sobre la mesa que considera importantes pero para los que ha reconocido públicamente que no hay, actualmente, disponibilidad económica en las arcas municipales. Al de la urbanización del entorno del Blasco Ibáñez se suma el del asilo, para el que se pide un uso después de que se adquiriera, en época del PP, por 16,9 millones de €. El proyecto de demolición está valorado en 700.000 euros y un edificio de nueva planta costaría 50 millones. En ambos casos, los partidos de la oposición han aprobado mociones para ejecutarlos.