En 75 ciudades de todas las provincias españolas ha habido movilizaciones por el Primero de Mayo, en la mayoría de las cuales los sindicatos CCOO y UGT han instado al PSOE a que lleve adelante los cambios sociales y laborales apoyado en la izquierda. Así, reclaman la derogación de la reforma laboral y que el salario mínimo suba el próximo año a los 1.000 euros. Al respecto, recordaron que uno de cada tres españoles tiene un salario que está en el entorno del mínimo profesional (900 euros mensuales).

«¡Que viva la lucha de la clase obrera!» fue uno de los lemas más coreados en la manifestación de Madrid, en la que las reivindicaciones se sumaron a las exigencias de igualdad para las mujeres, de pensiones justas y de protección de los servicios públicos. La movilización estuvo encabezada por los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, respectivamente, acompañados por el secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.

Álvarez se felicitó por que se haya conseguido «parar» a la ultraderecha, pero insistió en la importancia de configurar un Gobierno de izquierdas y en rechazar una alianza con cualquier partido de la derecha. «Con Rivera no, con Pablo Casado no y con Vox ni a tomar una cerveza», afirmó el líder de UGT.

«Sin excusas» // Por su parte, el secretario general de CCOO dijo al PSOE que ya no tiene «excusas» para acometer los cambios laborales a los que se comprometió y que no llevó a cabo porque no tenía la mayoría parlamentaria.

En Barcelona, miles de personas salieron a pedir a Sánchez que aproveche su victoria para derogar las reformas laborales y restituir los derechos perdidos durante los años de crisis.