La Asociación de Jardinería de la provincia de Castellón (Asjac) proyecta adiestrar urracas para tratar de frenar el avance del picudo rojo, una plaga que afecta a las palmeras y que avanza sin control, hasta el punto de que ya se ha detectado en municipios del interior de Castellón. Así lo explica a Mediterráneo Ramón Herrero, presidente de Asjac.

El objetivo de su asociación es buscar un depredador natural que pueda alimentarse del picudo, en este caso, la urraca. A tal efecto, Asjac proyecta instalar trampas para capturarlas y mantenerlas en cautividad durante un tiempo para que se acostumbren a alimentarse del picudo. Así, tienen previsto mantenerlas en una jaula grande con un trozo de palmera real con escarabajos adultos y larvas, para que se habitúen a comerlas, manifiesta el presidente de Asjac.

ADIESTRAMIENTO // Posteriormente, finalizado el adiestramiento, pretenden proceder a la suelta de los ejemplares alados en puntos con mayor concentración de urracas para que enseñen a sus congéneres a alimentarse de los picudos.

Herrero apunta que esta ave tienen capacidad de aprender y es la más “carroñera que hay en estos momentos”. Actualmente existe una abundante población por el abandono de huertos y la existencia de vertederos. De hecho, se ha llegado a convertir en un quebradero de cabeza para los agricultores y los cazadores, ya que se alimentan de semillas y de los huevos de otros pájaros. Herrero explica que

la captura la realizaría la propia asociación, que pretende comenzar en breve con los ensayos. “No buscamos un trasfondo económico; queremos aportar un beneficio a la sociedad”, manifiesta.

El picudo rojo es un coleóptero de entre dos y cinco centímetros de un color rojo ferruginoso que se alimenta de las palmeras, en especial del Cocos nucifera (cocotero); Elaeis guineensis (palmera del aceite) y las Phoenix canariensis (palmera canaria) y Phoenix dactylifera (palmera datilera). Cuando se ven afectadas, sufren amarilleamiento y se marchitan e incluso puede llegar a producirse la muerte del pie.

El control de esta plaga es complicado. Se han buscado distintos métodos para combatirla, como el uso de parásitos, la endoterapia vegetal y aplicaciones foliares. En los casos más extremos se corta el pie afectado.

Herrero describe el picudo como una “pandemia que se extiende por todo el mediterráneo”, y asegura que la plaga se expande por “errores humanos”. Como ejemplo, cita la propagación de la especie invasora en el transporte de los ejemplares afectados para su destrucción.

DESTRUCCIÓN // Según informa en la web Asjac, este se ha de hacer en transportes herméticos hasta el vertedero autorizado y no dejarlos en cualquier recinto no autorizado. Herrero reclama que se aplique una cuarentena y que su traslado para su destrucción se haga en el propio municipio, sin tener que desplazar los ejemplares infectados a grandes distancias.

En la actualidad, ya se ha extendido hasta Alcalà de Xivert por el norte y por el interior más allá de Onda. H