El progresivo envejecimiento de la población en la provincia de Castellón no ha venido acompañado, por parte de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, que es quien tiene las competencias en esta materia, de una red de recursos asistenciales que permita atender a todas estas personas, especialmente, en el interior de la provincia donde tres de cada diez vecinos tienen más de 65 años. El problema está en el planteamiento. No existe una hoja de ruta o, al menos no ha trascendido, para crear un plan asistencial destinado a este colectivo, garantizando una correcta atención independientemente del lugar en el que se viva.

La Comunitat, a la cola

La Comunitat Valenciana tiene un déficit de plazas residenciales para mayores de 65 años de 20.844 cara a alcanzar la ratio de cinco por cada 100 mayores, el segundo mayor después de Andalucía, según un reciente informe de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales. En la provincia de Castellón, según la Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes de la Comunitat Valenciana (Aerte), se necesitarían más de 1.500 plazas y una veintena de nuevos centros para alcanzar solo la ratio estatal situada en 4,19 plazas por cada 100 habitantes. Por tanto, esta carencia asistencial sería aún mayor teniendo en cuenta la tasa de cinco de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Recursos actuales

Actualmente, la provincia dispone de una treintena de residencias y una veintena de centros de día, la mitad de ellos integrados dentro de un hogar para mayores. Castellón tiene asignadas cerca de 2.300 plazas en este tipo de instalaciones financiadas con fondos públicos de las cerca de 3.100 existentes. El problema está en que solo dos residencias son totalmente públicas en la provincia, es decir, dependen directamente de la Conselleria. También hay centros de carácter municipal con plazas concertadas, al igual que en algunas residencias privadas. Y es que ante la falta de centros la concertación es el mecanismo ideado por el departamento de Mónica Oltra para asignar plazas a personas que las requieren, especialmente, dependientes. La Diputación puso en marcha las unidades de respiro en municipios pequeños. Ahora hay 81 y son un elemento clave en la atención a los mayores. El problema está en que, según la financiación disponible, están más o menos horas abiertas.

Tirón del sector privado

Ante la inacción del Consell es el sector privado el que está construyendo residencias en la provincia de Castellón. En las próximas semanas abrirá una nueva en la zona de Lledó de la capital de la Plana. El único proyecto que ahora tiene en marcha la Conselleria es la residencia de Sant Mateu, aunque las obras aún no han empezado. Y es que tanto la patronal del sector como determinadas instituciones como la Agenda Valenciana Antidespoblament (Avant) apuestan por dar un impulso a la colaboración público-privada, dada la limitación de recursos de la administración, para poner en marcha nuevas instalaciones.

Residencias mixtas

Mientras sigue la sequía inversora en centros para las personas mayores, está sobre la mesa el proyecto de residencias mixtas en el interior para atender tanto a personas con diversidad funcional como a mayores. La consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, acordó la puesta en marcha de estas actuaciones con el anterior presidente de la Diputación de Castellón, el popular Javier Moliner. Desde la institución provincial, ahora gobernada por el socialista José Martí, aseguran que se está negociando el protocolo con la Conselleria y queda pendiente una próxima reunión para abordar este asunto. De momento, se han mantenido 13 encuentros con municipios de la provincia interesados en albergar estos centros.

Necesidades del interior

Y es que son numerosas las localidades interesadas en disponer de estos servicios que puedan atender a su población, así como a la de los municipios vecinos. Los responsables de las mancomunidades de Els Ports, el Alto Palancia y Espadán-Mijares lo tienen claro. Es necesario y urgente disponer de más recursos, especialmente, centros pequeños compartidos entre diferentes municipios colindantes y potenciar la ayuda a domicilio para que los mayores no tengan que abandonar sus casas y sus pueblos.

La ayuda a domicilio

Este servicio es crucial para conseguir una mejor atención de las personas mayores, según los trabajadores sociales, los profesionales que conocer a la perfección el día a día de este colectivo y sus necesidades. Desde el Colegio de Trabajadores Sociales de la provincia se insiste en la idea de potenciar una asistencia cercana, alejada de macrorresidencias. Desde la Conselleria se está intentando impulsar la autonomía personal a través del Servicio de Ayuda a Domicilio municipal que esta administración financia a todos los consistorios solicitantes. Más de una decena de localidades de la provincia ya lo han pedido. En este terreno se están dando pasos importantes, pero debido a las carencias que arrastra el sistema, tras años de «desmantelamiento» de los servicios sociales, son aún insuficientes.