El inminente inicio de la campaña contra la gripe y la aplicación y dispensación de las vacunas vienen este año con una polémica que involucra a la Conselleria de Sanidad, enfermeros y farmacéuticos. Dos cuestiones están en el trasfondo de un asunto que mantiene en vilo al sector y que tienen en común los aspectos normativos de las medidas que se quieren implantar: de un lado la duda de los enfermeros ante el cumplimiento de una ley que les aparta de la prescripción en favor de los médicos; por otro, el acuerdo de Sanidad y los colegios farmacéuticos para que, desde las boticas, se pueda pedir cita en los diferentes centros de salud.

Sanidad insistió ayer que hay un principio de entendimiento con los enfermeros a raíz de la decisión del Colegio de Castellón de poner el asunto en manos de la fiscalía, debido a las dudas legales que plantea la actual normativa, en la que toda prescripción debe pasar por la consulta médica. La Conselleria señaló que el problema tiene su origen en un real decreto del Gobierno, por lo que es un asunto que atañe al Ministerio, explican.

De otra parte, el Consejo de Enfermería de la Comunitat (Cecova) mostró ayer su «perplejidad» por la decisión de la Conselleria de confiar a las farmacias las citas para la vacunación en los centros de salud durante la campaña de la gripe, al tiempo que dijo desconocer la manera de cómo accederán estas oficinas a la agenda de los enfermeros para programar visitas. Mientras desde Cecova se reaccionó con «asombro» ante esta muestra de confianza del Consell en el sector privado, desde Sanidad se recordó que desde 2012 existe la posibilidad de gestionar las agendas del médico o del enfermero desde las farmacias. Bajo esta fórmula, señalan, ya se han dado 1,3 millones de citas. H