El objetivo de Solatom en su nacimiento en el 2016 fue crear una alternativa a las calderas convencionales de combustible fósil que se usan en los procesos industriales de cualquier fábrica. En su unión con Indertec (del grupo con sede en Castellón, Simetría), especializada en el mercado del calor, logra acercar una tecnología limpia a las empresas que sustituirá las calderas de toda la vida en sus procesos. De la sinergia nace CSIN, compañía que se encarga de la fabricación y distribución de módulos de concentración solar. Esta tecnología consigue generar la misma energía térmica que las calderas sin recurrir al uso de combustibles fósiles. Los módulos generan el calor únicamente con la radiación solar.

Esta energía es térmica (siempre en forma de vapor, aceite térmico, agua o aire) y no eléctrica, como la que habitualmente producen los paneles fotovoltaicos normales. Para conseguirlo utilizan filas de espejos que reflejan la radiación solar y la concentran en un tubo absorbedor. Al hacer pasar agua por el mismo, esta capta la radiación solar concentrada y comienza a evaporar. El vapor generado es distribuida a la red de la fábrica, según la necesidad de cada momento.

energía limpia // La energía térmica en forma de vapor que generan los módulos es energía que no necesita generarse quemando combustible fósil, por lo que no solo supone un ahorro económico, sino también ambiental. El potencial de reducción ambiental es tan grande, que la plataforma internacional Mission Innovation ha estimado el potencial de reducción de emisiones de los módulos Solatom a largo plazo en 68 millones de toneladas CO2/año, lo que la posiciona como primera solución española y sexta mundial en su ránking de innovaciones contra el cambio climático.

En España es habitual la generación de electricidad mediante placas fotovoltaicas, pero no lo es para generar energía térmica. Por eso los módulos de CSIN son una tecnología aún desconocida.

Su uso permite ahorrar entre un 35 y un 63% del consumo energético de las calderas, consiguiendo ahorros equivalentes en las emisiones de CO2. Además, el producto se vende totalmente prensamblado y se transporta listo para usarse. Esta característica lo hace competitivo con los combustibles fósiles incluso en proyectos pequeños como pymes.

Los módulos pueden ubicarse tanto en suelo como en cubierta, ya que tienen un peso inferior a 25 kg/m2, estando fabricados en su mayor parte en aluminio.

Con esta nueva tecnología, una empresa de Castellón se coloca en la vanguardia de generación de energía térmica mediante un sistema no contaminante.