El ladrillo recupera lustre. Lo hace en España y, en Castellón, también, donde la compraventa de viviendas parece que definitivamente ha dejado atrás los números rojos. Pero los expertos advierten: que nadie se engañe. Las cifras, aunque cada vez más positivas, siguen estando a años luz de las registradas hace ocho años, cuando en la provincia se vendía todo y en tiempo récord.

Que cada vez se venden más viviendas es algo que acaba de constatar el Ministerio de Fomento. Después de cerrar un 2015 en positivo (el primero tras siete años consecutivos de descenso), las transacciones inmobiliarias han cerrado en Castellón un primer semestre del año que da un nuevo respiro al sector. Así, de enero a junio de este año se vendieron en la provincia 3.254 viviendas, un 3% más que en el mismo periodo del 2015, cuando ascendieron a 3.140. Pero, pese a que la estadística habla a las claras de que la recuperación parece no tener marcha atrás, los datos en Castellón son mucho más tímidos que los registrados en el conjunto del país, donde en ese mismo período las compraventas registradas ante notario crecieron un 17,7%, hasta alcanzar las 226.751.

La recuperación de las ventas, se nota, sobre todo, en los municipios más grandes, pero poco a poco el optimismo va tiñendo de verde el resto de municipios de la provincia. Tanto que en 54 de las 135 localidades de Castellón (40%) se vendieron en los primeros seis meses del año más inmuebles que en el mismo período del ejercicio anterior, mientras que en otro 20% las transacciones han sido las mismas un año y otro.

Pese a que el grueso de los municipios de la provincia vende más viviendas ahora que hace un año, son las localidades más grandes las que tiran del mercado. Así, Castellón ha firmado durante la primera mitad del año 613 operaciones de compraventa, un 9,6% más que en el mismo periodo del año anterior. A Vila-real le ocurre lo mismo: de 172 transacciones ha pasado a 190.

Pero, ¿qué sucede con la vivienda turística? ¿Crece la demanda en municipios como Peñíscola, Orpesa o Benicàssim? Las cifras oficiales también hablan de una recuperación. La ciudad del Papa Luna vendió 202 apartamentos y chalets, 30 más que de enero a junio del 2015. Y en Orpesa sucedió exactamente lo mismo: de las 343 operaciones a las 352. «La demanda de vivienda parece que va saliendo de su letargo. El mercado se mueve más y esa mejoría se nota fundamentalmente en la segunda mano», apuntan todas las inmobiliarias consultadas.

EL PRECIO IMPORTA // El factor precio (determinante para el que compra hoy un piso en Castellón) explica por qué la mayoría de las viviendas que se venden en la provincia es usada. Nada menos que el 90% de quienes compran hoy un piso en Castellón se decanta por la segunda mano, algo impensable hace unos años. Así, y siempre según Fomento, de las 3.254 compraventas que se han cerrado en la provincia en la primera mitad del año, 2.939 han sido de pisos ya usados.

La vivienda de segunda mano gana por goleada y la clave hay que buscarla en el precio, algo más asequible. «El precio sigue siendo determinante a la hora de comprar una propiedad y, en el caso de la usada, es más económico», coinciden en las agencias.

Y a más demanda, los precios van al alza. El coste de los pisos de segunda mano aumentó en Castellón en el segundo trimestre, pero el incremento está por debajo de la media nacional. H