Se considera la tecnología de un futuro muy inmediato pero, por el momento, el vehículo eléctrico o híbrido es elegido por los conductores de la provincia en un porcentaje muy reducido. De hecho, solo cuatro de cada 100 personas que han adquirido un coche durante el 2019 han optado por un combustible distinto a la gasolina o al diésel.

Así lo indican las estadísticas de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). Significa este un porcentaje, el 4,5%, bajo incluso en un contexto en el que dicha tecnología no ha acabado de arrancar. Así, en Alicante abarca el 5,25% de las ventas actuales, mientras que en Valencia, el 9,70% de las nuevas matriculaciones de turismos o todoterrenos han sido eléctricos o híbridos.

Son varios problemas los que se conjugan para explicar esta tendencia, algunos de tipo general y otros específicos de Castellón. Entre estos últimos está el hecho de que la provincia «es muy grande y hay muy pocos puntos de recarga, y lo malo es que no se prevé que haya más a corto plazo», explica desde el departamento de Ventas de Skoda Marzá Import Miguel Sánchez.

pocos kilómetros // José María Gil, gerente de Leonauto, ve otro problema: «En lo que se refiere a Castelló, es una ciudad pequeña en la que usamos poco el coche. Hay mucha gente que no hace ni 10.000 kilómetros al año y no le merece la pena la inversión. Al final, a las empresas les compensa poner puntos de recarga en grandes ciudades, como Madrid, Barcelona o València».

También hay otros factores que van en contra de la adquisición de este tipo de vehículos. Uno de ellos es el alto precio, que hace que en algunos modelos, el eléctrico cueste hasta el doble que el de gasolina o diésel, detalla Sánchez. Gil, por su parte, añade que «no todas las marcas disponen de vehículos de este tipo, por lo que la gama es aún baja».

IRÁ A MÁS // El responsable de Leonauto, no obstante, avisa de que partir del próximo año, a consecuencia de la adaptación de las marcas a la nueva política de emisiones marcada desde la Unión Europea, «se va a producir seguramente un despegue de las ventas», puesto que habrá más modelos disponibles en el mercado y una cierta rebaja en el precio de adquisición.

En opinión de Gil, se trata pues solo de una cuestión de tiempo que empiecen a verse en las calles de forma masiva, también en las de Castellón.