La Diputación emprende proyectos vinculados a varias carreteras provinciales, que darán impulso a actuaciones pendientes de desarrollar este año, con un importe de 2,69 millones de euros. El objetivo, como destacó el diputado de Carreteras y Desarrollo Rural, Santi Pérez, es «seguir dando respuestas a las necesidades de nuestros pueblos, porque está entre nuestras prioridades mejorar los accesos a los municipios de todas las comarcas».

La medida más cuantiosa será en Tírig. Se trata de la CV-131, en un tramo que conecta con el Museo de la Valltorta y un coste de 535.657 euros. El plan sigue con la pavimentación y renovación de la señalización en la CV-240, en El Toro con el límite de Teruel; y la ampliación de la calzada y mejora de la seguridad vial en la CV-200, en Castellnovo. Tras esta obra se acometerá la ampliación de la calzada y mejora de seguridad vial en la CV-207, en la Puebla de Arenoso, con un presupuesto de 518.657 euros.

El resto de actuaciones están localizadas en los términos de la Pobla de Benifassà, y la conexión de Villores con el límite a Teruel. Pérez añade que hay «dos actuaciones más globales, que permitirán actuar en diversos viales. Se trata del repintado de varias carreteras provinciales, con una cantidad global de 150.000 euros, y la renovación de la señalización vertical en varias carreteras de la red provincial», con un montante total de 200.000 euros.