El profesor e investigador de Ciencias Agrarias y Medio Natural de la UJI, Vicent Arbona, alertó ayer de que la incidencia del cambio climático en Castellón, centrado en el alza de las altas temperaturas y el déficit hídrico, «mermará la calidad del fruto y la capacidad de producción citrícola». Así lo manifestó en el Facebook Live organizado por Mediterráneo y la UJI en el que respondió a preguntas de los internautas y de la periodista Noelia Martínez.

Arbona relató que «el naranjo es un árbol perenne, pero a finales de verano culminan las variedades más tempranas y con otras tipologías se prorroga la campaña hasta mayo. Simulando factores de estrés de sequía, hay especies que aguantarán mejor y otras que no podrán resistir».

Un efecto del cambio climático, a su parecer, «constituirá un descenso de la productividad y de la calidad nutricional, afectando al color del fruto, su acidez, dulzura y calibre. Y esto disminuirá su competitividad mundial». En su opinión, los ciclos de maduración de las variedades cítricolas cambiarán y se concentrarán en un periodo muy corto, «en lugar de repartirse más a lo largo del año, siendo esto un problema grave que desbordará la recolección y confección de fruta». Cara al futuro, considera necesarias «medidas legislativas e inversiones», apostando por el uso eficiente del agua. «Nuestro grupo investiga variedades resistentes a la salinidad», indicó Arbona.