Vila-real celebró ayer la Festa del Termet, en honor a la Mare de Déu de Gràcia, con la que la ciudad da tradicionalmente la bienvenida al verano. El Ayuntamiento obtuvo el permiso de la Generalitat valenciana para realizar la celebración con un protocolo que garantizara la seguridad sanitaria de los asistentes.

El acto, organizado por la Concejalía de Tradiciones, incluyó una misa en la explanada frente a la ermita para la que se instalaron 200 sillas, una procesión en la que participaron los portadores de la imagen de la patrona ajustando el recorrido al espacio disponible y el concierto de la Unión Musical La Lira con la participación de 55 músicos, todo bajo un protocolo especial de control de aforo y medidas de higiene. No se produjo, por contra, el reparto de horchata y fartons, dada la dificultad de garantizar las acciones exigibles.

Al festejo asistió la corporación municipal encabezada por el alcalde de la ciudad, José Benlloch y la edila de Tradiciones, Noelia Samblás, acompañados de la reina de las fiestas, Carmen Rubert, e integrantes de su corte de honor. El dispositivo de seguridad organizado por Policía Local y Protección Civil permitió cumplir con las normas establecidas.

Unos días antes de la fiesta, Benlloch y Samblá se reunieron con representantes eclesiásticos de la capilla, representantes de los portadores de la Mare de Déu, de la UM La Lira y de la Cofradía del Rosario de la Divina Aurora, entidades que participan en la celebración, para perfilar los detalles del evento, que contó con el beneplácito la Dirección General de Salud Pública.

GESTIONES PREVIAS // Benlloch señaló que habían trabajado «con la Conselleria de Sanidad para que se pueda clarificar este tipo de actos de culto y se aclare con qué medidas se pueden realizar». «Me consta que la Conselleria está trabajando en un documento para los próximos días que clarificará muchísimo esta situación», dijo. No obstante, añadió el alcalde, «dado que no fue posible llegar a tiempo a formalizar este documento, para poder organizar por nuestra parte nuestro importante acto del domingo, decidimos realizar esta consulta y hablar directamente con el Gobierno valenciano al que agradecemos estrechamente su colaboración y me consta la preocupación por intentar concretar esta situación».

Desde el consistorio también recordaron que esta fiesta, que se organiza durante el primer domingo de julio, tiene su origen en una celebración del siglo XVII. Durante los últimos años también era habitual la celebración de una serenata.