La villa romana del camino Villamargo languidece a los siete años de producirse el hallazgo. Ningún cartel, ninguna señalización, deja constancia del valor histórico de los restos arqueológicos que están a la intemperie, expuestos a las adversidades meteorológicas. Aunque la zona cuenta con una valla perimetral perfectamente cuidada y con candado, ha crecido vegetación en el yacimiento.

La presencia de una verja no ha impedido que hayan llegado al interior de la excavación restos de basura, como botellas de plástico, latas de refresco, restos de material de obra, carteles o paquetes de preservativos.

La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Castellón, Verònica Ruiz, denunció el abandono de las excavaciones, ya que desde que se desarrollaron no se ha hecho ninguna actuación nueva, por lo que pidió, en una reunión reciente con el conseller de Cultura, Vicent Marzà, “ayuda por si puede incluir presupuesto para el año que viene”.

Ruiz señaló que ha entregado al conseller un informe exhaustivo sobre los restos para ver si se pueden desarrollar acciones de consolidación y puesta en valor, aunque no sea todo de golpe, destinar una partida presupuestaria para hacerlo poco a poco, porque es “patrimonio cultural”.

DESDE 2009 // El hallazgo arqueológico se produjo en noviembre del año 2009 durante la ejecución de las obras del encauzamiento del barranco de Fraga, que se desviaron para proteger la villa. Los trabajos se desarrollaron entre 2009 y 2013. El director del equipo de arqueología que hizo las obras, Joaquín Alfonso, señala que la villa tiene un gran valor arqueológico, ya que es de lo poco romano que tiene Castellón. Así, opina que “lo primero que hay que hacer es consolidar la obra, ponerla en valor y seguir investigando”, porque los citados restos arqueológicos pueden tener una extensión mayor. Alfonso reconoce que “el problema es el tiempo y también la inversión”.

Asimismo, fuentes municipales informaron de que el Ayuntamiento de Castellón ha remitido la documentación a la Conselleria para que se tramite la declaración de bien de interés cultural.

PETICIÓN DE BIC // En 2010 el Ayuntamiento de Castellón, en manos del PP, ya solicitó a la Generalitat la protección de dichos yacimientos e incluso en el 2013 reclamó mayor inversión económica con vistas a poder abrir al público cuanto antes esta villa romana para convertirla en nuevo punto de encuentro y de turismo de la capital. En concreto, desde el consistorio castellonense se pidió que la inversión correspondiente al 1% del IVA cultural se destinara a dicho yacimiento. H