El vecino de Vinaròs que hace ahora un año mató de una paliza a su anciana madre se enfrentará a un jurado popular, según han confirmado a este diario fuentes de la Fiscalía Provincial. El Ministerio Público no ha calificado todavía unos hechos que constituirán un delito de homicidio o asesinato y cuya instrucción está a punto de concluir.

El estado mental del detenido, Javier S.R. --enviado a prisión tras el parricidio del 11 de diciembre del 2018--, estuvo siempre en el punto de mira. Y es que como publicara este periódico, tras acabar con la vida de su progenitora a golpes, el varón, de 57 años, se dirigió hacia la zona de la estación de trenes de Vinaròs. Lo hizo en ropa interior y completamente ensangrentado.

Preguntado qué le había ocurrido, dijo a los agentes que lo habían secuestrado y torturado. Los policías sospecharon desde el principio de su actitud y le pidieron que los llevara hasta su vivienda --una casa de campo que compartía con su madre--. Allí encontraron el cuerpo sin vida de la anciana y procedieron a la inmediata detención de Javier S.R..

Vecinos de la localidad explicaron a Mediterráneo tras el crimen que en Vinaròs el arrestado es conocido como el Francés --de pequeño vivió en el país galo--. Dijeron también que es una persona «solitaria», que «no se relacionaba con casi nadie» y sostuvieron que el arrestado ya había tenido altercados con su difunto padre.

Cabe recordar que el presunto parricida había protagonizado semanas antes del homicidio un sonado altercado en un supermercado local, en el que se arrodilló ante decenas de clientes y comenzó a decir: «Alá es grande». Algunos clientes de la superficie comercial lo grabaron con su teléfono móvil, recriminándole su actitud y sospechando que pudiese padecer algún trastorno.

Un día después de su detención por acabar, supuestamente, con la vida de su madre el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 5 de Vinaròs, en funciones de guardia, decretó prisión provisional, comunicada y sin fianza para él. La magistrada ordenó que el sospechoso fuera sometido a «observación» y «seguimiento» por parte de los especialistas en psiquiatría de la cárcel.