Han sido la cara más desoladora de la pandemia, los focos de mayor contagio durante la incidencia del coronavirus en la provincia de Castellón. Las residencias de mayores han sufrido con dureza el revés de esta enfermedad por la vulnerabilidad de sus usuarios. Personas mayores, dependientes en su gran mayoría, con patologías previas y una edad avanzada. Sus defensas ante una enfermedad desconocida fueron pocas o escasas. De ahí que la Fiscalía de Castellón mantenga abiertas investigaciones a seis geriátricos de la provincia, donde en una gran mayoría la pandemia ha sido letal, para esclarecer si tomaron las medidas necesarias de prevención y la asistencia fue la correcta.

Por tanto, a pesar de que Castellón es la única provincia de la Comunitat con sus centros de mayores libres ya de covid-19, no se puede olvidar lo sucedido cara a fijar los protocolos correctos en esta nueva normalidad. El objetivo pasa por evitar rebrotes mortales. Y es que el número de fallecidos respecto al total de decesos en Castellón demuestra que el virus ha golpeado aquí con más fuerza. De los 227 castellonenses muertos durante la epidemia, 119 de ellos eran residentes, es decir, más de la mitad.

virulencia // Ahora que el coronavirus ha dado una tregua, si se hace balance, con los datos encima de la mesa se constata la gravedad del problema. En la provincia hay 38 residencias y hasta 14 de ellas tuvieron casos positivos. Es decir, el virus se coló en cuatro de cada diez centros. Lo peor se vivió en ocho de ellos, que tuvieron que ser intervenidos por una Conselleria de Sanidad que en la nueva normalidad mantiene la potestad y competencia de volver a controlar aquella instalación, tanto pública como privada, en la que puedan localizarse casos. La medida persigue actuar con celeridad para evitar una propagación del virus entre este colectivo tan vulnerable.

Si se tiene en cuenta que han muerto 119 personas en una red asistencial con 3.069 plazas, esto supone que cuatro de cada 100 usuarios, o lo que es lo mismo uno de cada 25, ha muerto a causa de la pandemia del covid-19.

sin mapa de casos // Actualmente, Sanidad se resiste a dar el mapa de la incidencia del virus por residencias, es decir, cuántas personas han fallecido en cada uno de los centros. Sí que ha trascendido que en el geriátrico de Morella lo hicieron 23, casi la mitad de usuarios, mientras que en Virgen de Gracia de Vila-real fuentes sindicales cifran en una treintena las víctimas mortales. También resultó letal el brote en la residencia de Villahermosa, con una docena de fallecidos, o en los centros Castalia y Azahar de Castelló, así como en la pública de Burriana. Todas ellas tienen abiertas diligencias preprocesales por parte de la Fiscalía.

Otro de los asuntos más polémicos es el que hace referencia a la denuncia de la patronal del sector, la Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes de la Comunitat (Aerte), que insiste en que muchos mayores murieron en las residencias porque no fueron trasladados a los hospitales.

Por su parte, Sanidad defiende la gestión realizada y sostiene que ingresaron a todas aquellas personas que así lo indicaban los dictámenes clínicos.