Durante el embarazo, los cambios que la mujer experimenta no solo son funcionales para la formación del embrión y el feto, sino también emocionales para la progresiva incorporación cognitiva y emocional del futuro niño en la familia. La ansiedad, el estrés o la falta de apoyo familiar de la madre puede repercutir en la salud física y psicológica del bebé. Así lo explica la ginecóloga de Vithas Castellón Sandra Ortega.

«La salud de la madre influye en la salud y desarrollo de sus hijos. Altos niveles de estrés y ansiedad en el embarazo se asocian a partos prematuros, abortos espontáneos, cambios en los movimientos del feto, incluso a un aumento en la probabilidad de preeclampsia», dice la doctora. Por esta razón, el papel de la pareja es «esencial como apoyo emocional», tal y como indica la ginecóloga del centro de Castellón.