El sector inmobiliario provincial arrancó el año con más ímpetu del que cerró el 2017. Al menos así lo señalan las hipotecas que se firmaron en enero, que crecieron un 30% respecto al mismo mes del ejercicio anterior. Los 359 préstamos hipotecarios registrados en las ocho comarcas castellonenses para la compra de vivienda (según las cifras que ayer hizo públicas el Instituto Nacional de Estadística) suponen además la mejor cifra de arranque de los últimos seis años. Desde enero del 2012, cuando se firmaron 392 créditos para la compra de un piso, no se habían alcanzado tantas en la provincia.

Enero aporta así su granito de arena a la recuperación de un sector que llegó a ser fundamental en la economía castellonense y que viene atravesando una travesía por el desierto desde que se inició la crisis. No en vano, el año pasado cerró con un aumento de las ventas de vivienda claro, con porcentajes que varían del 20% (según los datos del Ministerio de Fomento) y el 13,8% (en base a las cuentas del Colegio de Registradores de la Propiedad). Tras la brutal caída de las ventas a partir del 2008, el sector inmobiliario acumula en Castellón cuatro años de crecimiento. Eso sí, las cifras todavía están muy lejos de las registradas antes del estallido de la burbuja inmobiliaria.

En este sentido, las 359 ventas en base a créditos hipotecarios registradas en enero en Castellón pueden ser muchas menos de las reales. No en vano, como ya informó este diario, gran parte de la vivienda que se compra en la provincia se paga al contado.

El pero, el precio // Eso sí, el alza de las hipotecas tiene un contrapunto. Y es que el crecimiento ha ido acompañado de un descenso en el montante medio de los créditos, que han caído en algo más de 1.260 euros respecto a enero del 2017. Los 74.003 euros de media de una hipoteca en el primer mes de este año suponen la cifra más baja de los últimos ejercicios. Pero los 26 millones que se destinaron a la compra sí suben respecto a otros años.