De forma inesperada, el accidente nuclear de Chernobyl está más de actualidad que nunca. Pese a que han pasado ya más de tres décadas desde que la tragedia sacudiera Europa, una serie homónima de HBO ha provocado un boom mediático que rescata del olvido un desastre del que todavía se sufren los efectos en países como Bielorrusia o Ucrania, como dan testimonio 19 niños y niñas recién llegados a Castellón para pasar los próximos dos meses en la provincia. Una de ellas es Anastasia, que ha pasado ya seis veranos con Carmen Beltrán, presidenta de la asociación AniukCAS que organiza la acogida de estas jóvenes víctimas. «Ya somos de la familia», reconocen ambas.

Anastasia, al igual que sus compañeros, aprovecha su estancia para aprender castellano y visitar distintos médicos: «En su primer día aquí ya hemos ido al dentista porque los dientes suelen estar más afectados por la radiación. También hacemos análisis de sangre, de tiroides...», afirma Carmen, que no oculta que el objetivo «es evitar que sufran cáncer a causa del accidente nuclear, pues viven cerca de la planta».

Los niños que llegan este verano a Castellón, a su llegada a Valencia la madrugada del domingo.

La niña de 12 años que se hospedará con Carmen reside en la ciudad de Irpín, situada a poco más de 80 kilómetros de Chernobyl. Anastasia todavía no había nacido cuando explotó la central nuclear, pero relata de esta forma lo que ha escuchado de quienes sí vivieron el desastre en primera persona: «Al principio no avisaron de la radiación, ni dijeron que había que irse, y cuando obligaron al desalojo días más tarde cundió el pánico porque la gente no sabía dónde ir. Muchos murieron y las ciudades más próximas aún están vacías porque es peligroso visitarlas por la radiación. Algunos las visitan para hacer turismo», admite Anastasia.

Uno de los libros en los que se basa la citada serie se titula Voces de Chernóbil y la autora es Svetlana Aleksiévich, autora premiada con el Nobel. Carmen ha leído la obra y afirma que la realidad se ajusta a lo relatado en dicho libro: «Nos dicen que allí por ejemplo muchos no beben leche porque las vacas se alimentan de hierba contaminada, o que las frutas y las verduras del sitio son mucho más baratas que las que importan porque pueden sufrir radiación».

Anastasia asegura que en su país, Ucrania, "muchos han visto la serie, aunque no a todos les ha gustado" y Carmen añade que "su elevada audiencia ayudará a la concienciación de la tragedia. A que la gente sepa que los efectos siguen, no como el primer día, pero siguen".

Sobre lo que aporta a unos y a otros la experiencia, Carmen lo resume de la siguiente forma: "A las familias nos aporta la satisfacción de haber ayudado a quien lo necesita a tener una mejor calidad de vida, y a los niños a tener otra opción de futuro". De hecho, algunos al cumplir la mayoría de edad han optado por estudiar o trabajar en Castellón.

La presidenta de AniukCAS, que ostenta el cargo desde el pasado mes de diciembre en una Junta que cuenta con 10 miembros, anima a los castellonenses sensibilizados a seguir su ejemplo y acoger niños o bien hacerse socios, pues actualmente ya son más de 60 los que han escogido esta última fórmula. Para obtener más información de una asociación que lleva ya 18 años con esta loable labor pueden ponerse en contacto con el teléfono móvil 691-68-54-17, con el correo aniukcas@yahoo.es, o bien visitando la web www.aniukcas.org.