Es cuestión de voluntad política. De ella depende la duración del permiso de paternidad de los funcionarios municipales en los principales ayuntamientos de la provincia de Castellón. Unos, como Benicarló, l’Alcora, Peñíscola y Burriana, entre otros, han optado por la normativa autonómica, que, desde junio del año pasado se ha ido implementando en la Función Pública de la Generalitat, con Sanidad --el 1 de enero de este año-- y Educación --a partir del lunes-- desde junio del 2016. Otros, como Castellón, Vila-real, Vinaròs, Onda, la Vall, Benicàssim, o Almassora optan por «la fórmula estatal», que marca el Ministerio en cuatro semanas, y a la que se suman los funcionarios de la Diputación, según informan municipio a municipio.

No obstante, esta es una cuestión proclive «a revisarse». En Castellón, por ejemplo, está pendiente de una mesa general de negociación con los sindicatos, que prevén plantearlo «en breve». Lo mismo en Vinaròs, donde, según Pilar de Vera, secretario general de Función Pública de CCOO, se debatirá «en una semana». Almassora y Benicàssim lo acaban de ampliar, pero de los 13 días preceptivos a las cuatro semanas que marca el Estado.

En Benicarló, la baja se amplió de 20 días a seis semanas hace apenas unos días. Según la concejala de Bienestar Social, Marta Escudero, «cuando vimos que el Consell aplicaba las seis semanas a sus funcionarios, vimos si legalmente era posible adherirnos y lo hicimos». Es una «buena medida para que concilie el trabajo y la familia no solo la madre, sino también el padre», dijo.

En Peñíscola, se aprobó «el mes pasado», tras «pasar por pleno y las mesas de negociación con el funcionariado y el personal laboral municipal». De Vera prevé que «más municipios se sumen».

Informan B. Roig, M.J. Sánchez, E. Bellido, P. Rodríguez, J. Nomdedéu, N. Escrig y X. Flores.