Vox denunció ayer que un grupo feminista radical ha pintado rostros del líder de la formación, Santiago Abascal, con un tiro en la frente por las calles de Castelló. En concreto, señala como autor de las pintadas a Subversives Castelló, al que tilda de «grupo feminista radical, que no acepta a ningún varón en sus filas». El partido condenó la acción, que, indicó, «recuerda los más duros tiempos de ETA cuando señalaba sus objetivos en las fachadas».

Vox lamentó que no habrá condena de nadie. Parafraseando a Abascal, señaló que «demonizar a Vox parece objetivo común de todos. ¿Tanto miedo da el incremento de espacio político que ocupa el partido verde?». No obstante, aseguró que nadie les amedrentará y que seguirán luchando por la libertad que otros quieren negarle. Para Luciano Ferrer, el portavoz, «no existe nada más dictatorial, totalitario y mafioso que el empleo de la coacción, la amenaza, la extorsión, el uso del miedo para anular al otro, a aquel que piensa diferente».

Subversives, en Twitter, replicó: «El cinismo de Vox no tiene límites. Tras la macropropaganda de los medios y la normalización estatal de su fascismo, no necesitamos ningún partido ni medio para hacer frente el fascismo y señalar la lacra que sois».