Morella, capital de els Ports y baluarte del turismo de interior de Castellón, se adentra poco a poco en la nueva normalidad en el marco de la crisis sanitaria por el covid-19. A la oferta de restauración que suma más negocios abiertos día a día, se añade el turismo activo, aún para grupos reducidos y con todas las medidas de seguridad.

Las empresas de ocio en plena naturaleza van retomando la actividad. El circuito de aventura Saltapins ya vuelve a prestar servicio. Eso sí, con actividades con un límite de 10 personas. Los monitores van equipados con las medidas de seguridad y muchos usuarios se lanzan por la tirolina con la preceptiva mascarilla.

En turismo rural, muchas casas empiezan a registrar las primeras reservas de clientes que van planificando sus vacaciones de verano. Javier Sanz Corbatón, gerente de Cases Rural Morella, explica: «La mejor noticia es que el turismo nacional sigue interesándose por reservar y venir aquí en los próximos meses». Además, en el caso de Sanz, que ofrece a través de su empresa rutas a caballo, también ha notado el interés por este servicio. «La gente quiere volver a disfrutar del ocio y tiempo libre y las rutas a caballo son un aliciente para el que viene a visitar Morella», dice el empresario. La ciudad amurallada tiene desde la semana pasada dos hoteles activos, tras reabrir el majestuoso Cardenal Ram. Su gerente, Julián Martínez, comenta: «Abrimos después de dos meses y, afortunadamente, con reservas, y reiniciando también el servicio de restaurante, con peticiones de mesas». La mayoría de restaurantes pendientes de abrir lo hará esta semana, como el Mesón Pastor, más enfocado al turismo.