El president de la Generalitat, Ximo Puig, salió ayer al paso del incesante runrún en los mentideros políticos que apuntan a un posible adelanto electoral para unas elecciones autonómicas previstas en principio para el 26 de mayo del 2019. Puig afirmó en su visita al aeropuerto de Castellón, y a preguntas de este periódico, que no esta para nada «en modo electoral ni preelectoral» sino en «modo de gobernar» en la Generalitat valenciana. Es decir, de momento no, pero...

Y es que desde que se apuntó la fecha definitiva del 26 de mayo para las elecciones europeas, autonómicas y municipales el adelantó electoral, ahora facultad del presidente desde que se aprobó el último Estatuto de Autonomía, ha planeado sobre la política valenciana. Tanto es así, que el principal partido de la oposición, el PPCV, en boca de Isabel Bonig lo ha pedido en reiteradas ocasiones. La presidenta de los populares ha venido manifestando que «tres años después se ha demostrado que el Botànic no ha servido para nada, es un proyecto agotado», por lo que insta al president Puig a «convocar elecciones para que los valencianos puedan volver a la senda de la prosperidad de la mano del PP».

Al respecto, el martes se produjo un hecho significativo en uno de los partidos socios del Botànic, el Bloc. Fue el cese de Vicent Martínez como jefe de gabinete del conseller de Educación, Vicent Marzà, para encargase de la coordinación de la campaña electoral de los nacionalistas. Una decisión que se produce a diez meses de las elecciones oficiales.

Preguntado Ximo Puig por este hecho, el president se limitó a decir que los partidos «tienen que ir tomando decisiones en ese ámbito», sin entrar en más valoraciones concretas. Y volvió a insistir en que él, «desde luego», no está «en modo electoral ni preelectoral», sino «en modo de gobernar de la mejor manera posible la Comunitat Valenciana».