Con 17 años una joven podría tener entre sus prioridades completar sus estudios, salir con los amigos y disfrutar al máximo del tiempo libre. Pero, en algunas ocasiones, la juventud no está reñida con el respeto por las tradiciones, con la asunción de responsabilidades, con la convicción de que se puede contribuir a mantener viva la identidad de un pueblo --en su faceta más popular-- y ese es el caso de Carmen González, una joven que ya roza la mayoría de edad, estudiante de Auxiliar de Enfermería, que por herencia familiar sabe muy bien lo que es sentirse vinculada con una fiesta, más allá de participar en los actos programados de año en año, como cualquier otro.

DAMA EN EL 2011 / De niña, con 11 años, Carmen González ya fue festera de la Sagrada Familia y el Santísimo Cristo y ya entonces supo que cuando fuera más mayor lo que quería era ser reina. Y este ha sido su momento.

De la mano de una familia muy vinculada con esta fiesta --su madre ya fue dama y su padre lleva ocho años formando parte de la directiva de la comisión-- ha empezado una andadura que le está brindando experiencias «muy diferentes» y, ante todo, muy intensas, como las que espera vivir en el triduo religioso, tres jornadas de actos devocionales que espera «con más ganas», como las dos jóvenes que la acompañan en la corte de honor: Núria Serra Roldán y Adriana Beltrán Esteve.

De los próximos días, Carmen dice que quien visite la Vall podrá participar en actos «bastante interesantes, de todo tipo; por eso invito a todos a venir».