La feria medieval A Catí Paraires hará viajar a la localidad del Alt Maestrat ocho siglos atrás para rememorar la histórica época de la reconquista. De esta manera, 350 vecinos y voluntarios vestirán ropas del medievo y dejarán sus ocupaciones habituales para retornar a los tiempos pasados en los que el municipio era conocido por la producción lana.

Con un nombre tan curioso, peraires, lo primero es indicar de qué se trata. Se dice así de la persona que se dedica a cualquiera de las operaciones a las que se somete el conocido tejido ovino. Y es que fue gracias al esponjoso y blanco pelaje de las ovejas que Catí tuvo tres siglos de pleno auge.Los visitantes conocerán a don Blasco de Alagón y sus caballeros, ya que fue este noble quien, mediando por el rey Jaume I, llegó al municipio y tomó sus territorios como propios. En 1239 era entregada la Carta Pobla a los primeros pobladores de Catí y mañana la lectura de ese documento dará inicio a dos días de fiesta, muestras y varias recreaciones.

Las calles serán partícipes de batallas y danzas. Dolçainers y zancudos harán reír a grandes y pequeños mientras que los valientes soldados de Castilla y Aragón les harán temer, momentáneamente, por sus vidas.

La historia de los catinenses recorrerá las plazas con el padre Vicent Ferrer, que irá el sábado y partirá el domingo. También se recordará la llegada de los comerciantes italianos que paraban en la localidad para buscar y comprar los mejores tejidos de la típica materia prima. Así, Marco Datini visitará la población como lo hacía allá por 1440 para hacerse con las mejores lanas y llevarlas a lugares tan diversos como pudieran ser las provincias de Florencia, la Toscana o Lombardía.