La séptima y última Entrata de Toros y Caballos celebrada ayer en las fiestas de Segorbe estuvo marcada por la lluvia, que fue la indeseada protagonista de la cita, pero dejó una carrera heroica y para la historia del acontecimiento.

La tormenta amenazaba durante la mañana al Palancia y comenzó a descargar sobre las 13.40 horas de forma poco intensa, aunque consiguió empapar la tierra del recorrido. Los jinetes comprobaron el estado del suelo ante el peligro de deslizamientos y, finalmente, decidieron participar en la carrera pero pidieron que se adelantara por la persistencia de los chubascos. Por ello, arrancó cinco minutos antes, por primera vez en muchos años.

Pese a las inclemencias meteorológicas, el encierro se desarrolló con total normalidad, pero se vio alterado por la salida de un toro castaño y listón que, sin aparecer en primer lugar de los toriles de la torre de Bochí, se adelantó a sus compañeros y se lanzó a tumba abierta por el pasillo que dejaban los espectadores. La reacción vino de la mano del caballista José Antonio Fernández, que espoleó su montura hasta llegar a la altura del morlaco.

Varios metros detrás continuaba el grupo las monturas de Ramón Ardit y Alonso Alandi, la manada de astados colorados y el manso, con Roberto Fernández, Luis Aparicio, Sergio Carot y Andrés Berbís, cerrando. Estos dos últimos se referían al peligro debido a la lluvia: «Íbamos con cuidado para evitar los regueros de agua, porque podía haber descarnado el pavimento», dijeron.

A pesar del tiempo, la calle Colón contó con elevado registro de público, menos de lo esperado un domingo, y la aparición de muchos paraguas por la lluvia.

INCIDENCIAS // Poco antes del comienzo de la Entrada, los servicios sanitarios tuvieron que atender a una persona que padeció una lipotimia por una bajada de tensión en la mitad del recorrido. El afectado fue socorrido en el lugar donde se desvaneció y, más tarde, fue trasladado al hospital de campaña dispuesto en el patio del conocido Palacio Episcopal.

Por otro lado, dos jóvenes necesitaron atención médica por sendas cogidas con motivo de la exhibición de las vaquillas enfundadas del sábado de madrugada. Uno de ellos sufrió una herida en la cabeza por la que continúa con pronóstico reservado.

BALANCE // El alcalde, Rafael Magdalena, hizo balance de las celebraciones y calificó de «perfecto» el desarrollo de los festejos, «tanto en seguridad como en organización». Cabe reseñar el trabajo de las distintas comisiones encargadas de los actos festivos, en general, y de las citas taurinas, en particular. Por lo que se refiere a las Entradas, el munícipe señaló que «nunca habían tenido tanta cobertura en los medios de comunicación, especialmente los audiovisuales, ni tanta afluencia de público, ya que desde el lunes, y especialmente el sábado, fueron multitudinarias en asistentes». A falta de los datos oficiales, que se conocerán a lo largo de la jornada de hoy, las primeras cifras arrojan más de 100.000 visitantes durante estas fechas, aunque esperan que el número aumente cuando se haga el recuento por parte de los técnicos. «Ha sido una semana para enmarcar», afirmó el primer edil, quien incidió en las circunstancias del último encierro, «puesto que fue una decisión difícil, porque el peligro era grande, pero al final resultó ser una carrera muy brillante y más que emocionante».

Segorbe ya espera, de nuevo, sus fiestas de Interés Turístico Internacional, que serán del 9 al 15 de septiembre en 2019.